Quantcast

Empresas

El lobby ferroviario socialista sigue al frente de Adif ante la inacción de Fomento

Un tren de Adif en Fuencarral.

Todos los cargos clave del Adif de Zapatero siguen en sus puestos. Ni un solo cambio relevante. Si el PP de Aznar no quiso entrar como elefante en cacharrería en Interior, el PP de Rajoy ha hecho lo propio en Fomento. Los tres directores generales son los mismos que en la época de Zapatero.

Rosa Sanz Cerezo empezó como directora general corporativa y con el primer presidente de Adif, Enrique Verdeguer, logró reforzarse con las competencias de recursos humanos. Posteriormente, con la llegada de Gonzalo Ferre Moltó, Sanz aterrizó en la presidencia en enero del 2013 y desde entonces mantiene su puesto aunque rebautizaron el cargo: dirección general de Recursos Humanos y secretaría general del Consejo. Su preparación académica es indiscutible: es abogada del Estado. No se puede decir lo mismo de su capacidad de gestión. Pero lo que no es discutible es su afinidad socialista. Tanta, que tras la decisión de la ministra Ana Pastor de cesar al comisario político de Adif, Antonio Cabado Rivera, Rosa Sanz le rescata a mediados del 2012 para coordinar la integración de Adif con FEVE. Más recientemente, ha sido nombrado responsable de los grupos de trabajo que diseñan la división entre convencional y alta velocidad.

No es la única dirección general que permanece en su puesto. El director general de explotación y desarrollo de la red, Alfonso Ochoa de Olza, se mantiene desde la época de Blanco como ministro de Fomento. Durante la presidencia de Enrique Verdeguer ostentó la dirección general y al llegar Gonzalo Ferre es degradado a la dirección de mantenimiento y explotación dependiendo de Antonio Gutiérrez Blanco como director general. Es decir, las mismas competencias pero con gorro de paja, porque el resto de direcciones de la dirección general carecen de competencias y presupuesto. Su director general -autonombrado 'Guti' y calificado de "chabacano" por las altas esferas- interviene más bien poco. 'Guti' es amigo del presidente, pero la gestión de explotación la sigue llevando Ochoa.

Algo parecido ocurrió con la dirección general de servicios a clientes y patrimonio. Durante la primera presidencia del Adif del PP ostentó la dirección general Miguel Ángel Campos García, heredado del PSOE. Al cambiar la presidencia es formalmente degradado a la dirección de coordinación y negocios, el grueso de la dirección general.

Promoción del jefe de seguridad del PSE

Más llamativo resulta el caso de Alejandro Fernández Marín. A pesar de su ausencia de formación y titulación académica, compatibilizaba su puesto de jefe de seguridad del Partido Socialista de Euskadi con la jefatura de seguridad de la zona norte de Adif. Puenteaba a su jefe, el gerente de la zona norte despachando directamente con el director general de seguridad, el ex comisario Antonio Bertomeu, afín al PSOE. Además, Fernández Martín era jefe de ventas y promoción de D3, una empresa de ingeniería ferroviaria. A pesar de la incompatibilidad es ascendido a gerente de la zona norte en abril de 2013. Ser del PSOE parece puntuar. En RENFE, el director general de Recursos Humanos es el ugetista Cecilio Gómez. Todo 'atado y bien atado'.

El lobby ferroviario socialista sigue reuniéndose dos veces al mes en el colegio de huérfanos ferroviarios para marcar las decisiones a tomar. Los planes del gobierno para el sector ferroviario han fracasado. La apuesta por el transporte de mercancías ha pinchado en hueso. Apenas se transporta un 2% de las mercancías totales frente a un 20% de Alemania. La privatización, también ha fracasado. Sólo ha arrancado en mercancías y con una cuota de mercado de apenas un 2%. Difícil ejecutar cambios con los mismos jinetes.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.