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Se acabó el folclore: la presión de la banca saca a Benjumea de Abengoa

Manuel Sánchez y Felipe Benjumea.

Entre 2010 y 2011 Felipe Benjumea, presidente de Abengoa, se sometió a varios reconocimientos médicos para averiguar el origen de las dolencias estomacales que venía padeciendo. Finalmente se le diagnosticó la enfermedad de Crohn, una afección intestinal inflamatoria que provoca dolor abdominal, fiebre, fatiga... "A pesar de todo Felipe está genial, hace deporte todas las mañanas, no deja de trabajar, tiene totalmente controlada la enfermedad", dice una persona cercana al empresario sevillano.

Abengoa ha sufrido en los últimos tiempos males que guardan similitudes con la afección que padece su presidente. La enfermedad de Crohn no tiene un origen conocido, se supone que la genética, los hábitos, y factores ambientales influyen en su aparición; tampoco están claras las razones que han llevado a Abengoa a una situación límite, pero factores como la fuerte presencia en la toma de decisiones del grupo del mismo Felipe Benjumea, la falta de concreción por parte de la empresa a la hora de comunicar su liquidez y posición de tesorería disponible, y las políticas regulatorias que han afectado al desarrollo de las energías renovables están entre ellos.

Es posible que la enfermedad de Crohn se presente cuando el sistema inmunitario ataca al propio cuerpo por error; también es muy posible que la multinacional española se haya visto en la peor crisis de su historia por el elevado endeudamiento (6.554 millones a 31 de junio de este año) en el que ha incurrido para financiar la expansión internacional del grupo. Que el consejero delegado de Abengoa, Santiago Seage, anunciara en agosto una ampliación de capital de 650 millones de euros, poco después de asegurar que la empresa mantendría el compromiso de "un 3% de rentabilidad del dividendo", y de fiar a la filial estadounidense cotizada Abengoa Yield los recursos de financiación necesarios, explican en parte el derrumbe sufrido por la acción del grupo en Bolsa a raíz de la comunicación de la ampliación de capital.

Abengoa cayó el jueves en Bolsa un 3,7% tras dispararse el miércoles un 26%

La afección que padece Benjumea no tiene cura, aunque es controlable y existen tratamientos quirúrgicos (se extirpa parte del intestino dañada) y farmacológicos. Abengoa ha acudido a ambos tratamientos para tratar de encauzar el negocio.

Los principales bancos acreedores de la compañía han metido el bisturí en la organización de la empresa y han pactado acudir a la ampliación de capital prevista. En un comunicado publicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores en la madrugada del jueves, Abengoa informó que tras 25 años en el cargo, Felipe Benjumea abandona la presidencia ejecutiva, siendo sustituido, sin funciones ejecutivas, por José Domínguez Abascal, hasta ahora secretario general técnico y responsable de I+D. La sociedad a través de la cual la familia Benjumea controla el capital del grupo, Inversión Corporativa, se ha comprometido a reducir sus derechos de voto, directos o indirectos, al 40%, y, de forma "irrevocable", a invertir 120 millones en la ampliación de capital comprando acciones tanto de clase A (con mayores derechos de voto) como de clase B (con menos derechos).

HSBC, Santander, y Credit Agricole acudirán a la operación asegurando 465 millones, bajo determinadas condiciones, adquiriendo acciones de clase B del grupo (con menos derechos de voto) ,y también lo hará la gestora de fondos estadounidense Waddell & Reed, con 65 millones. La familia Benjumea ve reducido su presencia en el consejo de administración, en el que ocupará cinco puestos de un total de 13.

La empresa acelerará las ventas de activos hasta llegar a los 1.200 millones de euros, vendiendo todo o parte de "los derechos económicos de Abengoa en Abengoa Yield [la filial estadounidense que cotiza en el Nasdaq y en la que la matriz controla el 49% del capital]". Al plan de desinversión de 500 millones anunciado en julio se le sumarán otros 300 millones.

¿Se ha terminado ya la etapa en la que Felipe Benjumea hacía y deshacía en Abengoa, o seguirá este moviendo los hilos tras las bambalinas de su nuevo puesto como presidente de honor de la compañía? "Para nada", comenta una fuente del sector financiero. "Se acabó el folclore, se acabaron las aventuras".

Las acciones clase B de Abengoa cayeron el jueves un 3,7%, después de haber subido el martes un 26%.

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