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Economía

Las empresas de recobro reclaman leyes contra ‘El Cobrador del Frac’

José Cadena, presidente de Angeco y consejero delegado de Cabot Financial Spain.

Liderar una industria como es la del recobro de deudas impagadas no es una tarea sencilla. A la mala fama que tienen el sector hay que sumarle que no están en la agenda política. Corregir estas dos dinámicas son las prioridades con las que llegó hace unos meses a la presidencia de Angeco el ecuatoriano José Cadena.

“Uno de los grandes retos es la profesionalización, cambiar la mentalidad de la sociedad, que la industria no se asocie de la humillación, la presión al deudor, con gente disfrazada coaccionando y usando técnicas que no deberían ser legales”, señala Cadena en una entrevista a Vozpópuli. Desde Angeco no se hace mención específica a ninguna de las empresas que generan esta mala imagen, aunque la mayor fuera de la patronal es El Cobrador del Frac.

Cadena ha llegado a la presidencia de Angeco tras cinco años de experiencia de primera fila al frente de dos grandes compañías, primero Paratus, de Fortress, y ahora con el negocio español del fondo británico Cabot. Anteriormente ocupó cargos similares en Estados Unidos, India, Italia, México y Latinoamérica.

El sector, en cifras 

Ahora, al frente de Angeco representa a 55 empresas que dan trabajo directo a 10.000 profesionales y que gestionan deuda valorada en 155.000 millones. A pesar de ello, se queja, es un sector que todavía no ha conseguido entrar en la agenda política.

“No hay ningún motivo para que seamos el único el país de Europa que no está regulado”, explica. “Estamos empujando para que haya una regulación, trabajando con la CEOE y preparando un libro blanco con asesores externos”, añade.

José Cadena, de Angeco, en un acto en la CEOE

Cadena reconoce que ha habido contactos con el PSOE y Ciudadanos en los últimos años, aunque sin un compromiso concreto todavía. Lo mismo ocurre con la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), al que Angeco reclama un acercamiento para discutir sobre las implicaciones de la nueva normativa de protección de datos (GDPR).

Mientras tanto, Angeco está optando por la “autorregulación”, con un código tipo y otro ético que deberán cumplir todas las compañías asociadas, comprometiéndose a no llamar a los morosos en festivos ni a sus familiares sin autorización, ni recurrir a amenazas o disfraces. Pero son códigos voluntarios y la patronal no tiene capacidad sancionadora para quien lo incumpla, por lo que cobra más importancia si cabe la necesidad de una regulación.

Tenemos que conseguir que la industria del recobro no se asocie a la humillación ni a las malas prácticas"

Según Cadena, una normativa debería centrarse en proteger el “respeto y la dignidad” del deudor y “dar un marco legal” a las empresas del sector. Entre las demandas de Angeco está que se agilicen los trámites cuando la recuperación de un crédito se judicializa: “Hay morosos que rehúsan su responsabilidad porque saben que los trámites se ralentizan en los tribunales. Hay gente más experimentada que la propia industria del recobro”, apunta.

Aun así, matiza Cadena, hay mucho deudor español “responsable” que es “ayudado por sus familiares”. “Cuando es así, los fondos dueños de la deuda permiten quitas y alargar los planes de plazo, algo que no pueden los bancos”, añade.

El deudor español es "responsable y "ayudado por sus familiares", según el presidente de Angeco

El presidente de Angeco defiende la importancia que ha tenido este sector ayudando a la banca a desaguar activos problemáticos en los últimos años. “Hemos permitido una inyección de capital a los bancos”.

Cadena hace referencia a los fondos como nuevo consolidador de la industria. “No hay mercado para tantos jugadores”, apunta. Para este ecuatoriano todavía quedan “tres-cuatro años de actividad muy potente en el sector por la burbuja de la crisis”. “Siguen llegando nuevos fondos cada año”.

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