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Economía

Un español salpicado en el 'caso Emperador' se hace millonario vendiendo mascarillas a Reino Unido

Dos enfermeras atienden a un paciente de COVID-19 en la unidad de cuidados intensivos del hospital Frimley Park, en Surrey, Reino Unido.

El empresario español Gabriel González Andersson, salpicado en el caso Emperador, se ha hecho millonario intermediando en grandes compras de material sanitario realizadas por el Gobierno de Reino Unido en plena pandemia de coronavirus.

González Andersson fue contratado por el diseñador de joyas estadounidense Michael Saiger para intermediar en operaciones de venta de material sanitario durante los primeros meses de la pandemia. El español recibió más de 21 millones de libras esterlinas por su labor en dos contratos con el Gobierno británico, informa la BBC

En junio, el joyero estadounidense firmó otros tres acuerdos para suministrar millones de batas y guantes al servicio de salud británico, lo que hubiera ocasionado que González Andersson recibiera otros 15 millones de libras en honorarios de consultoría. Según la prensa británica, desacuerdos en contratos posteriores entre Saiger y el empresario español han terminado en los juzgados.

El empresario estadounidense que contrató al español ha vendido material sanitario a Reino Unido por importe de 200 millones de libras

La empresa de Saiger ha llegado a firmar contratos por importe de 200 millones de libras con el Departamento de Salud de Reino Unido. El caso está generando un escándalo en el país, donde, al igual que en otros, se sospecha sobre el dineral invertido durante los primeros meses de la pandemia en la adquisición de mascarillas, geles y otros productos necesarios para evitar el contagio, sin la debida transparencia ni competencia.

Caso Emperador

El nombre de Gabriel González Andersson sale mencionado en oficios de la investigación llevada a cabo en España sobre el caso Emperador.

La investigación del caso Emperador destapó una de las mayores redes de blanqueo de capitales investigadas en España en los últimos años.

Parte de la investigación se centró en una trama paralela a la creada por Gao Ping, en la que aparecieron intermediarios como González Andersson, que buscaría clientes con dinero.

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