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Economía

Guindos, Rato, Botín, Fainé y Francisco González: distintas versiones para la noche clave de Bankia

Luis de Guindos, Rodrigo Rato, Emilio Botín, Isidre Fainé y Francisco González

El futuro de Bankia se firmó el domingo 6 de mayo de 2012 en el número 162 del Paseo de la Castellana. Luis de Guindos reunió a los principales banqueros de España en el Ministerio de Economía para poner una solución a la crisis abierta en la entidad nacida de la fusión fría de siete cajas.

Para esa fecha, Bankia ya había presentado unas cuentas sin auditar, anunciado un dividendo "dudoso" y España estaba sumida en una nueva crisis. El inversor tenía miedo a invertir y las deficiencias del SIP comenzaban a ser evidentes. 

Esa noche se sentaron a la mesa por segunda vez en una semana el expresidente de Santander Emilio Botín, el expresidente de BBVA Francisco González, el expresidente de CaixaBank Isidro Fainé, el expresidente de Bankia Rodrigo Rato y el actual vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos.

Fue una cena a la que no asistió el gobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordoñez, aunque su presencia hubiera estado más justificada que la del propio Guindos, según el exbanquero del BBVA.

Bankia no iba a ser capaz de seguir sola y necesitaba ser rescatada

Las conversaciones de esa noche no están claras. Cada asistente al convite tiene su propia versión, que se ha ido desdibujando con el paso del tiempo. Han pasado ya siete años de aquella cita, pero la esencia ha perdurado: Bankia no iba a ser capaz de seguir sola y necesitaba ser rescatada. 

El juicio del 'caso Bankia' ha vuelto a poner el foco en ese día, del que sus protagonistas han hablado en mayor o menor medida durante sus interrogatorios como acusados y testigos. Para Rato, este encuentro fue una especie de encerrona; para Guindos, una reunión más, y para Francisco González, un encuentro necesario para solucionar la crisis que estaba atravesando España.  

La versión de Rato

El exvicepresidente del Gobierno con José María Aznar tiene claro que a él lo "cesaron" en ese encuentro. Fue el propio Francisco González el que pidió su cabeza y minutos más tarde se sumó Guindos. Pero antes de llegar a ese punto, sucedieron varias cosas. Incluso una reunión previa, que fue la que provocó esta segunda. 

El viernes 4 de mayo, los cinco protagonistas se vieron por primera vez porque Guindos, según Rato, quería exigirles más capital y, antes de hacerlo público, quería comunicárselo a ellos primero. En esa reunión, el exminisitro de Economía exigió también "un nuevo plan para Bankia", que se presentó dos días después, en la fecha clave. 

En esa segunda cena, Rato mostró sus cartas. Un programa con el que conseguir 7.000 millones. Insuficiente para los banqueros que allí estaban. También lo fue para el ministro. El Banco de España sí lo vio con buenos ojos, aunque puso salvedades, según declaró. 

Rato también acusó en sede judicial a sus competidores de haberse beneficiado de la situación. "En la crisis de Bankia se llevaron todos los depósitos el 10 de mayo", espetó. 

La versión de Guindos

"Hubiera sido una irresponsabilidad que el ministro de Economía no se reuniera con los principales dirigentes de los bancos de España". Así de contundente fue el actual vicepresidente del Banco Central Europeo cuando habló por videoconferencia con la fiscal Carmen Launa

Guindos también habla de las dos reuniones, pero asegura que en una "no se habló de Bankia". La primera cita fue convocada por él, para explicar que iba a haber un nuevo real decreto con más provisiones, de 30.000 millones de euros. Ante esta advertencia, fue el propio Rato el que pidió una nueva reunión para explicar su plan para Bankia, que se fijó en el domingo 6.  

Que en estas reuniones no estuviera el Banco de España era algo natural para el exministro. "En mis seis años en Economía tuve muchas reuniones con banqueros sin el BdE", explicó. 

De la cena del domingo no se sacó ninguna conclusión, aseguró Guindos. Su versión dice que "sólo hubo una exposición y posteriormente Botín, Fainé y González dieron su opinión", pero "no" se planteó la dimisión de Rato. "Había desconfianza en el plan, pero no se entró en cuestiones personales", recalcó. 

La versión de 'FG'

En el primer encuentro, que tuvo lugar por la noche en sede ministerial, se comenzó a hablar de la situación macroeconómica de España, pero rápidamente se pasó a hablar de la situación de Bankia, afirmó.

Esta cena del 4 de mayo fue la que dio lugar a la reunión del domingo 6, en la que Rato presentó un plan "muy preparado" para conseguir 7.000 millones de euros para Bankia.

Una cifra que era insuficiente, bajo el criterio de Francisco González. El exbanquero justificó su respuesta con estudios internos del BBVA en los que se exponían que BFA-Bankia tenía una necesidad de capital de entre 15.000 y 20.000 millones de euros. 

Rato no se mostró de forma "violenta ni negativa"

González reiteró que ninguna de las dos cenas fueron excesivamente "broncas", de hecho, subrayó que Rato no se mostró de forma "violenta ni negativa" cuando él mismo le sugirió que dimitiera.

"Estuvo muy correcto. Defendió su opinión y pensaba que con los 7.000 millones podía salir adelante el grupo", confesó.

Bajo su punto de vista, el Banco de España "estaba en el plan" presentado por Rato. "Era un documento muy elaborado, no se hace en una noche", reconoció. "Como se explicaba [Rato] me daba la impresión que lo había hablado con el Banco de España", agregó. 

González aclaró que de la reunión del 6 de mayo no se sacó ninguna conclusión, pero sí habló de ciertas conversaciones de 'ascensor' con Emilio Botín e Isidro Fainé, en las que ambos estaban de acuerdo con la posición de BBVA: el plan de Rato era inviable

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