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Economía

Los campamentos tecnológicos o cómo hacer que tu hijo aprenda programación en vacaciones

Imagen de archivo de niños en un campamento.

Con los ojos clavados en la pantalla: un móvil, una tablet, una consola portátil, un ordenador… Cada vez son más los jóvenes atraídos por las nuevas tecnologías. Llega el verano y, con el tiempo libre, aumentan las horas de exposición. Por eso, varias compañías han apostado por organizar campamentos con la intención de acercar a los niños al sector tech no sólo para jugar, sino para aprender programación, robótica, diseño, impresión 3D o desarrollo de videojuegos.

La Comisión Europea advierte de que "muchos de los niños de hoy en día trabajarán en tipos de trabajo que aún no existen". Subraya, incluso, que ya el "90% de todos los trabajos actuales requieren al menos algún nivel de habilidades digitales". Los gurús del mundo tecnológico insisten en la importancia de enseñar código a las generaciones futuras. Y, según Code.org, el 71% de todos los nuevos empleos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) están en computación. 

"Hay chicos que ya no se interesan tanto por los campamentos habituales. Ahora están más involucrados con la tecnología. Por eso nacen estos programas, para dar respuesta a esa inquietud", explica a Vozpópuli la responsable de los campamentos MindTech en Sevilla, Andrea Royo Barrera. 

A nivel internacional hay apuestas de renombre como IdTech, FunTech y StartCode. En España, las plataformas Roblox y ConMásFuturo han lanzado campamentos especializados en el desarrollo de videojuegos. La oferta se extiende en simultáneo en varios países y este año, en España, está disponible en Bilbao, Madrid, Pamplona, Tudela, Valencia y Zaragoza.

Los campamentos están diseñados para estudiantes con ninguna o poca experiencia en el desarrollo de videojuegos.

¿Cómo funciona? "Algunos campamentos tienen entre 20 y 25 horas de instrucción en una sola semana. Eso es suficiente para darles a los estudiantes una base sólida de principios de programación de computadoras y poner en acción lo que saben en sus propios proyectos", explica a Vozpópuli José Mateos, director general de Roblox para España y Latinoamérica. La mayoría de los programas están diseñados para estudiantes desde los seis años con ninguna o poca experiencia en el desarrollo de videojuegos. 

Camp Tecnológico también apuesta por formar futuros programadores de videojuegos y suma a su oferta talleres de robótica y drones. Cuenta con campamentos en Cataluña, Galicia, Madrid, Navarra y País Vasco. Y atiende a menores con edades comprendidas entre los cuatro y los 17 años. El proyecto lleva ya siete ediciones desde aquel verano de 2011 en el que Jesús Bravo decidió aliarse con empresas del sector para organizar estos campamentos en Bilbao.

Universidades y empresas

Las universidades no se quedan atrás. La de León (con PlayCode Academy) y la de Sevilla (a través de MindTech) ofrecen cursos durante el verano. En el primer caso, el catálogo incluye opciones como robótica, drones, impresión 3D y videojuegos; en el segundo, además, se imparten cursos de diseño de aplicaciones, ilustración 2D e ingeniería aeroespacial y electrónica, así como producción audiovisual y creación de canales de Youtube.

La intención, apunta la responsable de los campamentos de MindTech, es dar cabida a las áreas de la universidad. "Los chicos se sienten mayores, van al campus, a los laboratorios", señala. Asimismo, se pretende prepararlos para el futuro mercado laboral. "Son usuarios de tecnologías, pero no tienen formación. Solo algunos centros privados incorporan estas competencias en los currículos académicos. por eso reforzamos modalidades como programación, es lo que van a necesitar", agrega Royo.

Hay campamentos de verano para menores con edades entre los cuatro y los 17 años.

Gigantes tecnológicos como Apple también tienen su oferta: cuenta con Apple Camps en sus distintas tiendas en todo el mundo. En ellas, niños de entre 8 y 12 años pueden interactúan con proyectos prácticos que van desde aprender los fundamentos de la programación, componer música a través de aplicaciones o contar historias con clips de vídeos. Son programas de tres días, con sesiones prácticas de 90 minutos.

En el caso español, la tecnológica BQ ha lanzado sus propios campamentos para niños de entre ocho y 16 años. Además de enseñar robótica, impresión 3D y programación, "también se fomentan habilidades y competencias imprescindibles en su desarrollo personal y su futuro laboral como la creatividad, el pensamiento computacional, la inteligencia emocional o la capacidad de trabajo en equipo", señala la compañía en su sitio web.

¿Nuevo trastorno?

La apuesta es cuanto menos abundante, especialmente en el sector de los videojuegos, pero no libre de polémica. El pasado marzo la OMS anunció que planea incluir los problemas asociados al juego digital como un nuevo trastorno en la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades. Ante la propuesta, expertos internacionales en salud mental y académicos han mostrado su oposición.

Ya lo decía el doctor Pedro Martínez, psicólogo especialista en Psicología Clínica de la Salud, en una entrevista con Vozpópuli: "Nos encontramos ante un nuevo perfil de paciente. Personas jóvenes, de entre 16 y 24 años, que se muestran tan dependientes como en el caso de los adictos a cualquier tipo de droga”.

Solo en Estados Unidos, el valor del mercado de los videojuegos se ubicó en $18.000 millones en 2017.

El director de Roblox, sin embargo, reivindica el trabajo de los profesionales de la industria y apuesta por la aproximación de los más jóvenes. "Diseñar un juego es como diseñar cualquier otra aplicación. Se debe pensar críticamente sobre las decisiones de diseño que se toman y cómo esas decisiones afectan al usuario final. Desarrollar estos comportamientos profesionales han demostrado ser un fuerte indicador del futuro éxito estudiantil en cualquier carrera", afirma.

Royo coincide. "No creemos que estemos en la misma bolsa del consumo; esto es creación", señala. En este sentido, añade que durante la estancia en el campamento los chicos tienen una experiencia a nivel de creador y no tanto a nivel de usuario. Asimismo, refuerza el trabajo transversal que se intenta impartir a través de los videojuegos. "Tratamos temáticas como la ecología o el compañerismo", sostiene.

Solo en Estados Unidos, el valor del mercado de los videojuegos se ubicó en 18.000 millones de dólares en 2017, según datos de Statista. El año pasado fue el "más grande para los juegos digitales y los medios interactivos", según el informe anual de SuperData que estima que una de cada tres personas en el mundo juega juegos gratuitos en PC y plataformas móviles. 

Las opciones para acercar a los niños a la industria tech son variadas y están a un clic. 

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