DIA ha sufrido una caída del beneficio del 8,7% en los tres primeros meses de 2019, en comparación con el mismo período del ejercicio anterior. La cadena de supermercados, envuelta en un proceso de OPA y de negociación con los acreedores, ha aumentado sus pérdidas de 16,2 millones a los 144,4 millones hasta marzo de este ejercicio.
Como consecuencia de estas pérdidas netas, los fondos propios consolidados de DIA empeoraron hasta un valor negativo de 308,5 millones de euros a final de marzo de 2019, con fondos propios negativos de 174,9 millones del grupo que se compara con unos fondos propios negativos de 99 millones de euros a final de 2018.
La cifra de caída de ventas también es significativo en la cadena de supermercados. La facturación de DIA ha caído un 7,2% en comparación con los tres primeros meses de 2018 y registra unos ingresos de 1.664,6 millones de euros. El resultado bruto explotación (Ebitda) del primer trimestre retrocedió un 77% hasta 12,4 millones de euros comparado con los 55,5 millones que registró la cadena en el mismo período del año anterior.
Las ventas comparables, las que tienen en cuenta a las tiendas con más de un año de actividad, conocidas en el sector como ventas like-for-like, sufriendo una caída del 4,3% comparado con el retroceso del 3,8% del mismo periodo en el año 2018, "mostrando una tendencia negativa y progresiva deterioración durante el período, como ya se anticipó en el avance de resultados publicado el 26 de abril de 2019", explica DIA en su comunicado remitido a la CNMV.
Esperanza en Fridman
La compañía muestra su esperanza a corto plazo en los planes de LetterOne, el brazo inversor de Mikhail Fridman. "La toma de control de la compañía por LetterOne tras la finalización del OPA, un acuerdo entre LetterOne y los acreedores sobre la refinanciación a largo plazo del préstamo sindicado, junto con la ejecución de la ampliación de capital de 500 millones aprobada debería mitigar la incertidumbre existente, eliminar la inquietud de los proveedores y dotar de las bases necesarias para el exitoso cambio comercial de la compañía", afirman.
Sin embargo, DIA alerta que si alguno de los elementos requeridos para estabilizar la estructura de capital y liquidez de la cadena de supermercados en el muy corto plazo no suceden a su debido tiempo, la situación podría deteriorarse rápidamente y la compañía podría verse forzada a presentar concurso de acreedores y/o iniciar el proceso de liquidación.
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