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Economía

BBVA rentabiliza el discurso verde: convierte en un 'superventas' un fondo "sostenible"

Sede de BBVA

BBVA, bajo la dirección de Carlos Torres, ha cambiado la filosofía digital por la medioambiental. El segundo banco español tomó el discurso verde como propio el pasado año cuando comprometió 100.000 millones de euros en inversión verde hasta 2025 y desde entonces ya ha participado como bookrunner en 13 operaciones de este tipo. Además, el propio presidente del banco anunció que para 2020 todas las soluciones tendrán su producto sostenible homólogo. 

Este estrategia verde también se refleja en la red comercial del grupo, que ha conseguido llevar a lo más alto un fondo de esta temática. El BBVA Futuro Sostenible se ha convertido en el fondo más vendido del año con más de 672 millones de euros de captación en estos diez meses. El producto cuenta con una rentabilidad acumulada anual del 4%, una cifra aceptable, teniendo en cuenta los malos datos del año, pero también muy por debajo de su índice de referencia. 

El fondo, que destina un 25% de la comisión anual de gestión a proyectos sociales, es un producto mixto de renta fija que invierte hasta un 30% en renta variable. Puede invertir hasta el 100% en otra divisa que no sea euro y siempre se hará bajo criterios de inversión socialmente responsable (buscando compañías que integren en su estrategia y operativa oportunidades de minimización de riesgos medioambientales, sociales y de gobernabilidad, para crear valor a medio y largo plazo).

El producto cuenta con una inversión mínima de 30 euros y una comisión de gestión del 1,2% anual, un 0,05% de depósitos y no tiene comisión de suscripción o reembolso. 

A pesar del buen dato de este producto, la gestora del banco pasa por uno de sus peores años en cuanto a suscripciones se refiere. En total, BBVA Asset Management ha sufrido reembolsos de 828 millones de euros, lo que le posiciona como la peor firma del año hasta la fecha, según datos de la patronal Inverco.

El banco ha sufrido salidas superiores a los 1.000 millones en renta fija a corto plazo y de 500 millones en fondos objetivos y de 370 millones en retorno absoluto. Aún con esos datos, la gestora de Carlos Torres es la segunda más grande de España, con 40.000 millones de euros bajo gestión, sólo superada por la de CaixaBank, que maneja 42.000 millones de euros. 

Un gran reto

La banca se ha puesto la etiqueta 'verde', pero lo cierto es que aún queda mucho por hacer. De hecho, las mayores entidades de crédito del mundo han proporcionado 1,9 billones de dólares a empresas de combustibles fósiles desde que se firmó el acuerdo de París a finales de 2015, según el informe 'Banking on Climate Change – Fossil Fuel Finance Report Card 2019' creado por BankTrack y en el que también salen retratados los bancos españoles Santander y BBVA con 27.000 millones de dólares entre ambos.

Dentro de la banca estadounidense, JPMorgan, Wells Fargo, Citi y Bank of America son los principales distribuidores de crédito para compañías del sector del carbón, el petróleo y el gas. El volumen de financiación de JPMorgan se dispara. Es un 29% más alto que el segundo banco, Wells Fargo. El petróleo sigue siendo un negocio fundamental para la banca, es evidente. Es muy complicado luchar contra el oro negro y sería una hipocresía negarlo. Como también lo es decir que los bancos sólo están comprometidos con el medio ambiente por una merca cuestión de convicción.

Otra cuestión es poder cambiar la forma en la que se hace ese negocio, de una manera más sostenible y eficiente. Verónica López, consultora de AFI, reconoció en un encuentro con Vozpópuli que "la labor de la banca de inversión, los fondos y las entidades financieras es clave para demostrar que las inversiones en la descarbonización son rentables". Un ejemplo son las numerosas emisiones de bonos verdes que se han llevado a cabo en los últimos años, y eso que hasta 2014 no se produjo la primera en España.

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