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Economía

Aumenta la presión entre los bancos por el temor a un dividendo para unos pocos

Andrea Enria, presidenta de la EBA

La banca española cuenta los días para que el Banco Central Europeo (BCE) se pronuncie sobre el veto al dividendo. Las noticias llegan a cuentagotas desde Fráncfort y corren ríos de tinta sobre el tema. Pero por el momento no hay nada en claro.

La única pista que ha dado el supervisor al respecto se ha conocido esta misma semana. Yves Mersch, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo, ha afirmado en una entrevista con el Financial Times que el organismo estaría dispuesto a ofrecer la oportunidad a los bancos a repartir dividendo, pero no a todos. Sólo a aquellos que tengan una posición de capital más sólida. 

Aquí es cuando aparece el verdadero problema. Señalar a ciertas entidades por su capital podría provocar un efecto negativo en las cotizaciones ya de por sí distorsionados por la covid-19, exponen las fuentes financieras consultadas por Vozpópuli

Y es que por mucho que la banca quiera aparentar una falsa imagen de unidad, lo cierto es que cada banco está haciendo la guerra por su propia cuenta, pues lo que a uno le viene bien a otro no tanto. Repartir dividendo por capital, por beneficio o barra libre para todos, pero con un pay out reducido, son las opciones que barajan en los altos despachos de las entidades españolas.

Yves Mersch, que abandonará su puesto en el directorio del BCE a mediados del próximo mes de diciembre, ha señalado también que el banco central deberá tener en cuenta en su decisión la incertidumbre jurídica respecto de la decisión de mantener un veto generalizado a los dividendos, así como el enfoque que se adopte en otras jurisdicciones sobre los dividendos bancarios.

Uno de los bancos que más presión pública está haciendo para que el BCE retire la recomendación y que ofrezca la oportunidad a las entidades más capitalizadas para ofrecer dividendo es Banco Santander. Su consejero delegado, José Antonio Álvarez, ha dicho en repetidas ocasiones que hay entidades que sí pueden retribuir a los accionistas. Aún así, el banquero también ha reconocido el enorme riesgo que supone señalar a ciertos bancos.

Esperar a los test de estrés

Cabe destacar que en los mentideros financieros cada vez coge más fuerza la idea de que el supervisor no se pronuncie al respecto hasta tener los test de estrés del próximo año en su poder, lo que sería aún más grave si se tuvieran en cuenta, ya que dividiría aún más al sector. 

Esta tesis no la comparte el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, que asegura que hay indicios por parte del Banco Central Europeo (BCE) de que probablemente se retirará el veto al dividendo para que los bancos puedan volver a remunerar a los accionistas en 2021

En la presentación de los resultados del tercer trimestre ante analistas, el banquero explicó que la decisión de retirar la recomendación de no pagar dividendos la tomará el supervisor en su reunión de diciembre, pero prevé que sí se eliminará, si bien dependerá de la evolución de la pandemia.

Las apuestas de los bancos 

El Banco Santander propuso a su junta general de accionistas el pasado 27 de octubre una ampliación de capital para pagar un dividendo en acciones de 0,10 euros, complementario del ejercicio de 2019, como había anunciado en julio; con ello, la remuneración total correspondiente a 2019 asciende a 0,20 euros por acción. Adicionalmente puso encima de la mesa otro dividendo de 0,10 céntimos por acción para 2021 siempre y cuando el BCE de el visto bueno. 

La nueva Caixabank tampoco quiere perder la oportunidad y pretende repartir un dividendo en efectivo con cargo a 2020 una vez la fusión haya finalizado. Así lo afirmó el director financiero de Bankia, Leopoldo Alvear, durante un encuentro virtual con accionistas. 

La política de dividendo para el 2021 aún no se ha determinado pero ambos bancos están dispuestos a seguir distribuyendo el 50% del beneficio con sus accionistas tan pronto como sea posible. 

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