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Banca

Saracho reconoce su fracaso: "Los accionistas nunca tuvieron una posibilidad de mantener su valor"

El ya expresidente de Banco Popular Emilio Saracho ha reconocido en un vídeo interno dirigido a los empleados de la entidad, y al que ha tenido acceso Vozpópuli, su "fracaso" en la gestión de la pérdida del valor de las acciones del banco, ahora propiedad del Grupo Santander. 

Saracho ha dirigido su discurso a empleados, clientes y accionistas. A los primeros les ha explicado la adquisición por parte de Santander para dar "final a una situación insostenible. Es una adquisición del total del capital con una particularidad y es que en las horas entre el cierre de ayer y la apertura de esta mañana se ha producido un mecanismo, previsto en la legislación vigente que es la resolución del banco y la adjudicación de todas sus acciones al nuevo comprador". 

El expresidente ha justificado la operación "porque la situación de liquidez era insostenible. Habíamos creado un nivel de ansiedad en clientes que estaba afectando, no ya a la acción que es normal, sino a lo más sagrado que tiene un banco que es la gente que deposita sus depósitos. Estaban procediendo a mover sus depósitos a lugares más seguros". 

"Hay que mirar esto como oportunidad. Se cierra una puerta pero se abre otra aún mayor"

Sobre el Grupo al que se han incorporado considera que "tiene un camino muy claro y un liderazgo muy claro también. Esto es una oportunidad para el Popular. Es un gran banco. La gente del Popular que he conocido estos meses tiene la madera para tener un éxito, tiene la fortaleza, la dedicación, la generosidad de su tiempo y esfuerzo. Y eso en cualquier organización y más en el Santander va a ser muy apreciado. Hay que mirar esto como oportunidad. Se cierra una puerta pero se abre otra aún mayor". 

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Ana Botín

Saracho ha alabado el mensaje de bienvenida que Ana Botín, presidenta de Santander, envió a los clientes y trabajadores del Popular: "refleja la preparación y la anticipación de un banco que está atento a los detalles. Están incorporando a 11.000 personas a ese proyecto. Son conscientes de que es necesario ganarse el interés y el entusiasmo. Y eso hay que hacerlo desde el minuto uno. Eso demuestra el tipo de organización a la que nos incorporamos. Quieren que actuemos como siempre. Han pasado por muchas integraciones y creo que tienen la experiencia para poder hacerlo bien". 

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A los clientes

El expresidente ha tratado de transmitir un mensaje de optimismo a los clientes de la entidad, cuyos depósitos están garantizados. Y ha animado a los trabajadores, que se dedican a la atención al público a que "nunca bajen la cabeza. Hoy también es más importante que nunca". Porque "lo que ha sido adquirido (por Santander) es esa cercanía, esa confianza y esa capacidad de responder a esos pequeños y medianos empresarios. Vamos a poder servir a esos clientes con más capacidades que antes. Y lo van a hacer las mismas
personas porque son las más válidas". 

También ha reconocido que la delicada situación de la entidad financiera se estaba trasladando al personal, pero también a los clientes. "La vida que estábamos llevando era un sin vivir, sobre todo la gente que estaba en la trinchera. Lo notaba yo que estoy en el centro de control. Pero los que estaban en las
trincheras lo estaban pasando francamente mal. Este banco tiene hoy un futuro en la familia del Grupo Santander por ellos. Y tiene que notarse en el alivio, en lugar de la situación de acoso que hemos vivido en los últimos meses", ha señalado en el vídeo. 

"No tengo, en absoluto, ninguna buena sensación de que esa parte del banco no la hayamos podido salvar. Reconozco que en eso he fallado"

A los accionistas

El optimismo se ha reducido en el mensaje a la hora de hablar de los accionistas, que para el expresidente "también se han dejado la piel por el banco", y por eso cree que "la frustración va ser enorme al haber depositado esperanzas en un proyecto que no ha podido llegar a buen término". 

"No tengo, en absoluto, ninguna buena sensación de que esa parte del banco no la hayamos podido salvar. Reconozco que en eso he fallado. Y con eso, porque no soy más que el primer empleado del banco, los 11.000, que no hemos podido sostener la credibilidad del banco para darle un valor a los accionistas", ha reconocido. 

Además, ha asegurado que "los accionistas nunca tuvieron una posibilidad de mantener su valor en el tiempo con las operaciones que estábamos contemplando. Una es esta y la siguiente es la ampliación de capital que hubiese requerido un esfuerzo a los accionistas que hubiese llevado el valor que teníamos ayer a uno infinitamente menor. No me siento en absoluto satisfecho. Pero hay que ser pragmáticos. La situación, al menos, no me parecía que podía dar lugar a una esperanza en cuanto a la recuperación de valor. Esa es la realidad del mercado", ha concluido.

Dar la cara

Por otra parte, Saracho ha lamentado la situación "de los que van a tener que dar la cara". No obstante, ha asegurado que también ha dado "la cara con algunos (accionistas) importantes que han estado en contacto. En este sentido, ha remarcado la importancia de distinguir "entre los accionistas que han apostado por una rentabilidad que no han obtenido, de los depositantes que hacen su día a día con nosotros", porque "no se puede poner en juego la confianza de los ahorros de los clientes del Banco Popular. Y eso es lo que estaba en juego". 

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