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Banca

Popular ficha a Oliver Wyman y McKinsey para pasar el examen del BCE

Pedro Larena, consejero delegado de Popular.

Plan exprés de Popular para controlar la morosidad. En medio de la guerra accionarial, la presión que ejercen los mercados y los retos para sacar adelante su nueva inmobiliaria (el Proyecto Sunrise), el Banco Central Europeo (BCE)  le ha exigido un plan para frenar los impagos. La entidad presidida por Ángel Ron ha delegado en dos consultoras de prestigio la tarea de pasar este examen del supervisor europeo: Oliver Wyman y McKinsey, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.

Esta petición de Frankfurt (donde está la sede del BCE) no es única para Popular, sino para todo el sector. La peculiaridad es que mientras la mayoría de entidades ya lo tienen resuelto o lo harán a nivel interno, la entidad presidida por Ron ha optado por ponerse en manos externas, según las mismas fuentes.

El regulador europeo quiere un plan detallado y que se cree una estructura de recuperaciones que ayude a contener la morosidad, el gran caballo de batalla con el que tiene que lidiar el equipo de Ron para recuperar la confianza de los mercados.

Ante este encargo, Popular ha identificado a las dos consultoras para cumplir cada uno con un encargo distinto. El banco quiere que Oliver Wyman se ocupe de la negociación con el BCE de toda la letra pequeña. La consultora norteamericana tiene una gran influencia en Europa. No obstante, fue la encargada de organizar el rescate europeo a las cajas españolas.

Por su parte, McKinsey (con la que todavía no se ha firmado el mandato) se encargaría de formar la estructura y el equipo que va a encargarse a partir del próximo año de reducir la morosidad. Entre las ideas que se barajan está la de dedicar parte de las oficinas actuales para sucursales especializadas en contener los impagos.

Frenar la morosidad y sacar adelante el 'Proyecto Sunrise' son los dos principales retos a corto plazo de Ron

La fecha tope para tener algo listo ante el BCE es el próximo mes de marzo. Esto coincide con la presión que están ejerciendo el supervisor europeo y el Banco de España para que las provisiones se adapten a la nueva circular nacional y a la internacional que entrará en vigor en 2018. Los reguladores quieren que no quede ningún cabo por atar en los balances de la banca durante el próximo año.

Esta negociación con el BCE se produce en paralelo al Proyecto Sunrise, con el que Popular quiere sacar de su balance 6.000 millones de euros en ladrillo su balance. En la primera quincena de diciembre hay programadas reuniones clave con los supervisores para desatascar la operación. El BCE y el Banco de España quieren que Popular reduzca la parte que financiará a través de deuda subordinada, el 30% del total.

Ron gana el primer asalto

En medio de este tira y afloja, Ron se apuntó ayer un tanto al anunciar el nombramiento del exdirectivo de Santander, Remigio Iglesias, como presidente de la sociedad inmobiliaria, lo que supone un refuerzo del Proyecto Sunrise en el mercado. Y, lo que es más importante para el banquero, le sirve para frenar las críticas de los consejeros críticos con su gestión: la familia mexicana Del Valle; el expresidente de Pastor, José María Arias; y la consejera independiente Reyes Calderón.

Ron va salvando asaltos, aunque todavía tiene algunos por delante antes de ganar la pelea contra los accionistas rebeldes. Para ello es clave ganarse el favor de los reguladores en aspectos como la morosidad y Sunrise.

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