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Banca

Juan María Nin: "Criticar al Banco de España es meternos un tiro en el pie"

Juan María Nin, durante la entrevista.

Sus más de 30 años en la primera línea bancaria (en Hispano, Central, Santander, Sabadell y CaixaBank) hacen de Juan María Nin (Barcelona, 1953) un protagonista privilegiado para explicar la crisis financiera y hacer balance de ella. Es uno de los ejes del libro que presenta durante estos días (Por un crecimiento racional, de la gran recesión al estancamiento: soluciones para competir en un mundo digital, de Ediciones Deusto y Grupo Planeta).

En él explica por primera vez una reunión que tuvo con Angela Merkel en 2012, clave para convencerla de que aceptara el rescate al sistema financiero español, y de su paso por aquellas fechas por el Club Bilderberg, con el mismo motivo. En una entrevista con este medio, Nin defiende la labor del Banco de España y la solidez del sistema financiero español. En su opinión, tirar piedras contra nuestro tejado sólo sirve para dar alas a críticas como las de Jeroen Dijsselbloem. Niega que recibiera presiones para acudir a la salida a bolsa de Bankia (entonces en CaixaBank) y habla "con desgarro" de la situación de Cataluña.

Uno de los puntos de su libro que más va a dar que hablar es su reunión con Merkel, ¿cómo fue?

- Defendí que España es un país bien gestionado, con instituciones serias. Lo creo firmemente, tenemos de los mejores gobiernos del mundo. Fundamenté la necesidad de los 50.000 millones porque una parte del sistema, las cajas, había quebrado. Le dije que habíamos cometido errores. Lo que había que hacer era sentar las bases. Y lo más importante, que en España no había fraude. Lo digo en Bildeberg y se lo digo a Merkel: éste es un país serio. La conclusión fue que éste es un país serio, con un Banco de España serio, un Gobierno serio, que reconocemos nuestros errores, en el que no hay fraude, pero con un problema para una parte del sistema financiero, en 2012, como ustedes lo tuvieron en 2008.

No hay que ser autodestructivos. Si Merkel hubiera creído que éste es un país que se lo ha bebido todo, aquí no vienen los 50.000 millones"

Parte de esa imagen se está cuestionando ahora en el caso del Banco de España a raíz del caso Bankia...

- Hay fraude hasta en Tombuctú. Lo que no debe ser es aplicar episodios esporádicos o aislados de mal comportamiento al conjunto del sistema. Eso tiene dos efectos. El primero es deteriorar la imagen de una país donde la inmensa mayoría es recta y honrada, Y segundo, que en un mundo de alta competición es de imbéciles, porque estás metiendo un tiro al pie de todos tus ciudadanos, ya que los que están fuera no tienen esa política autodestructiva. Si Merkel considera, representante de Europa, que este es un país que se lo ha bebido todo y se lo ha ventilado todo, aquí no vienen los 50.000 millones.

El libro que presenta Juan María Nin

- Pero el tiro a los pies, ¿cuál es? ¿La crítica al Banco de España?

- La crítica medida es necesaria, lo que no puede ser es la extensión de la patología a la institución como tal. El Banco de España es una institución centenaria, que ha pasado muchas crisis, que ha tenido personas notabilísimas, que han tomado decisiones de riesgo, y que han conducido al sistema financiero a una situación en la que compara muy bien con otros países. Si hay duda sobre una persona, seamos precavidos antes de extenderlo a la institución, lleguemos hasta el final y veamos si realmente se han equivocado y lo han hecho mal. Pero esta deriva nos deteriora y rompe la confianza. Y eso conduce a críticas como la del político holandés.

El caso Bankia

Usted era consejero delegado de CaixaBank durante la salida a bolsa de Bankia, ¿por qué invirtió la operación? ¿Recibió presiones?

- No recibí ninguna presión. Hablo en primera persona. Muchas entidades invirtieron. Alguna ahora ha dicho que malinterpretó los datos y lo ha llevado a los tribunales, aunque ha dado el resultado que ha dado. A mí me parece que hay que reflexionar sobre que el valor de una institución financiera es móvil. Si una entidad tiene un crédito sobre un edificio en la Castellana en 2009, es posible que te digan como a mí que un activo en la Castellana vale 0. Y un activo pasa de valer 100 a 50 y luego a 25. En este tema lo más importante es respetar la fiabilidad, desde la justicia, al Banco de España, la CNMV, los auditores, los gobiernos, y esperar a la resolución. No se puede hacer una aproximación chirriante y absurda a lo que es una operación de bolsa.

No he hablado hasta ahora de mi salida de CaixaBank, quiero ser respetuoso, las instituciones permanecen y las personas pasan"

¿Cómo ve el futuro de Banco Popular? ¿Que le recomendaría a Saracho?

- La banca es muy compleja, un banco solo se conoce cuando se está dentro. En España hemos hecho un esfuerzo muy importante de consolidación y saneamiento. Durante la crisis, nunca vista, ni Santander, ni BBVA ni CaixaBank ni el Popular ni el Sabadell, ningún banco exige intervención pública, y lo puedo comparar con otros países europeos. Y segundo, en el mundo de las cajas, ni las vascas, Unicaja, Ibercaja y otras más pequeñas... todas aguantan las crisis. El problema se centra en algunas mal gestionadas. Lo que ocurre es aquí una reestructuración de las cajas, que ya había pasado en Europa. Hay mala gestión mercantil, administrativa y penal, hay que distinguir cuál fue y aplicar las sanciones. Popular es una pieza encuadrada en un sistema que ha hecho los deberes y que tiene un punto de liderazgo europeo en solidez y preparación para la consolidación mundial.

Nin, durante la entrevista.

Pasados unos tres años, ¿cómo valora su salida de CaixaBank?

- He estado en silencio hasta ahora, en coherencia con mi libro. Es una salida donde se completa un ciclo. Yo entro en el año 2007. Fue una gestión en un escenario en crisis. Transformar una caja, durante la peor crisis española, en una Fundación, en una sociedad holding, en un banco cotizado, y además para aprovechar para comprar seis cajas y dos bancos que se caían, y devolver 1.000 millones al tomar posesión de una de ellas, ha sido un trabajo colectivo extraordinario y agotador, y que tiene un ciclo que acaba. En el año 2014 decidimos todos dedicarnos a otras cosas. Yo con 64 años estoy más interesado en la educación, y estoy en contacto con la banca y otras compañías. Los temas maduran desde la serenidad por mi parte. Soy respetuoso con las instituciones, las instituciones permanecen y las personas pasamos.

La solución pasa por resolver los problemas de encuadre en una estructura europea y española de Cataluña"

¿Cómo ve el futuro de Cataluña?

- Cataluña es para mí tan importante que esta situación provoca desgarro personal. No tengo pudor, soy una persona muy internacional, pero catalán 100%. Estoy muy de acuerdo con el papel del Circulo de Economía, que reclama que, dentro de la legalidad, se encuentre una solución. Pero no nos salgamos del carril. En mi mundo, esto terminará en un buen acuerdo institucional. Más que un consenso, o una salida temporal, un buen acuerdo. Es un problema europeo, español, catalán, barcelonés, que nos implica a todos. Un acuerdo institucional resuelve los problemas planteados de encuadre en una estructura europea y española de Cataluña.

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