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Economía

La banca usa por última vez el 'cebo' fiscal en la campaña de planes de pensiones

Una oficina de Unicaja Banco

La campaña de planes de pensiones del sector bancario y asegurador acaba de arrancar. Como cada año, las entidades ponen su esfuerzo en la recta final del año para captar clientes que quieran incrementar sus aportaciones a planes de pensiones individuales o empezar a ahorrar para su jubilación. 

El gancho perfecto es la atractiva fiscalidad de este producto: todas las aportaciones de hasta 8.000 euros desgravarán en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del ejercicio, pero para eso se tendrán que realizar antes del 31 de diciembre. Este año será el último en el que los bancos podrán utilizar este 'cebo' fiscal, ya que el Gobierno tiene intención de acabar con él -como está concebido- en sus próximos Presupuestos. 

Si el Gobierno consigue sacar adelante las cuentas de 2021, estas aprobarán una modificación de este beneficio fiscal: se bajará de 8.000 a 2.000 euros el máximo que se podrá desgravar en la renta, algo que afectará ya a la declaración de 2021 -que se presentará en 2022-. El próximo año, como mucho, podrán tentar con una desgravación de los primeros 2.000 euros. 

Aunque la última memoria sectorial de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) recoge que sólo el 8% de los ahorradores hace aportaciones anuales por encima de esa cantidad, según publicó Cinco Días, éstos podrían reducirlas, lo que incidiría negativamente en el negocio bancario. 

Fomento de los planes de empresa

El Gobierno ha tomado esta decisión después de analizar las conclusiones del estudio de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) sobre beneficios fiscales, en el que señalaban que las rentas altas eran las que más aprovechaban este incentivo fiscal para ahorrar de cara a la jubilación.

El Ejecutivo ha ampliado el límite conjunto de reducción (aportaciones del partícipe y de la empresa) de los planes de empleo de 8.000 euros a 10.000 euros

A cambio de esta modificación, el Ejecutivo ha ampliado el límite conjunto de reducción (aportaciones del partícipe y de la empresa) de los planes de empleo de 8.000 euros a 10.000 euros, con lo que espera potenciar el sistema de previsión social complementario.

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