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Economía

Aseguradoras y fondos creen que pueden sacar tajada de los planes de pensiones altruistas

Imagen de archivo de un pensionista.

El Pacto de Toledo parece avanzar en una propuesta en la recomendación 16, centrada en los sistemas de ahorro complementario, y no descarta poner sobre el papel una propuesta muy concreta sobre planes de pensiones gestionados por entidades no lucrativas. La iniciativa, que podría poner en jaque parte del negocio bancario, no ha caído mal entre las aseguradoras y las gestoras de fondos, que incluso creen que puede sacar tajada de este impulso al ahorro.

Se trata del modelo de pensiones complementarias que existe actualmente en el País Vasco, conocido como EPSV (Entidades de Previsión Social Voluntarias). Son planes colectivos de trabajadores gestionados por una entidad sin ánimo lucro en lugar de una entidad financiera, con representación sindical y empresarial.  

¿Qué hacen estas entidades? Gestionar el ahorro privado que pactan las empresas y sus trabajadores y moverlo en los mercados financieros para obtener una rentabilidad. Vamos, lo mismo que hacen los bancos, pero sin ganar dinero por ello. Y ahí está el problema que se puede encontrar el sector financiero, que tiene un gran negocio vinculado a los planes de pensiones.

Unespa e Inverco ven con buenos ojos cualquier medida que incentive el segundo pilar porque puede aumentar su base de negocio

Pero no hay mucha preocupación. ¿Por qué gusta a las aseguradoras y a las gestoras de fondos? Porque, al final, impulsaría el ahorro, lo que aumentaría la base total de su negocio. Cuanto más gente haya dispuesta ahorrar, más clientes captarán. Así lo han trasladado representantes de Unespa e Inverco en unas jornadas de pensiones organizadas por el periódico Cinco Días e Ibercaja.

Es verdad que prefieren un sistema de adscripción por defecto a planes privados de empresa, similar al de Reino Unido, pero no ven con malos ojos el sistema vasco. Cualquier medida que impulse el segundo pilar, el ahorro desde la empresa, es buena para su negocio. O así lo entienden ellos. Eso sí, esto no puede hacer que se descuide el tercer pilar: el ahorro a nivel individual.

El jefe de la Unidad de Pensiones de Capitalización de la OCDE, Pablo Antolín, que ha participado en las jornadas, también ha defendido de cierta manera este tipo de planes de pensiones. Ha recordado que en otros países como Estados Unidos existen mutualidades de empresarios que trabajan con entidades financieras para crear fondos para colectivos de trabajadores.

Las dudas del sistema inglés

Y es que, a su parecer, el sistema inglés basado en la adscripción por defecto, no vale para todo tipo de empresas. No es apto para las pymes y las micropymes, que forman la mayor parte del tejido empresarial español. "La experiencia internacional así lo demuestra", sostiene.  

Lo que sí ha dejado claro Antolín es que es necesario impulsar un sistema de capitalización en España para complementar las pensiones públicas y no poner "todos los huevos en la misma cesta". Y se tiene que hacer a la vez que se revisa el sistema público para adecuarse a la realidad económica de cada país.

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