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Economía

El arquitecto de la T4 de Barajas señala a Marruecos y Moncloa por un "macroplagio" en Tetuán

Carlos Lamela ha decidido pasar al ataque. Responsable de grandes proyectos en España como la Terminal 4 de Barajas, la remodelación del Santiago Bernabéu, el incipiente complejo Canalejas o las Torres de Colón, este reconocido arquitecto lleva más de 20 meses denunciando que un colega marroquí, Nawfal Bakhat, le plagió el Gran Estadio Tetuán en Marruecos, un proyecto que se impuso en un concurso público de 60 millones de euros. Hasta el momento, su denuncia era de particular contra particular, sin embargo, Lamela se ha cansado de esperar a los hasta ahora "nulos" resultados del arbitraje que, según desvela su asesor en terreno marroquí, Francisco de Aratia, a Vozpópuli, fue acordado tras una reunión entre representantes de ambos países el pasado mes de enero, poco después de que el asunto saltara a los medios. 

"Nos comprometimos entonces a dejar de mover el tema en los medios a cambio de que se llegara a una solución. Llevamos diez meses sin que el árbitro designado nos conteste nada. Seguro que si se tratara de un arquitecto francés unas y otras autoridades hubieran manejado de otra manera lo que es un macroplagio escandaloso. Está todo parado y no entendemos por qué las autoridades españolas, que en su momento participaron de las reuniones, no dicen ahora nada", espetan desde el entorno que asesora a Lamela.

El estudio presenta documentación sobre el proyecto del Gran Estadio Tetuán y su desarrollo bajo un convenio firmado en 2014 de reparto del "50% y 50%" de los méritos. Meses después de interrumpir conversaciones alegando que las obras se iban a posponer por circunstancias ajenas, el arquitecto marroquí acabó presentando como suyo, según la versión de Lamela, un proyecto idéntico que satisfizo a las autoridades marroquíes.

Tenemos serias dudas que se haya estado, y se esté actuado desde el primer momento con independencia, imparcialidad y determinación ante la controversia que se trata de dilucidar, dado el alto nivel político que la envuelve

El Estudio madrileño, que hasta ahora había mantenido un perfil "cordial" y "agradecido" respecto al papel desempeñado por las autoridades de ambos países, ha emitido finalmente un duro escrito, al que ha tenido acceso este medio, dirigido a representantes gubernamentales marroquíes y españoles, entre ellos el ministro de Exteriores Josep Borrell, actualmente en funciones, y el embajador español en Marruecos, Ricardo Díez-Hochleitner Rodríguez.

"Han hecho ustedes mismos a esta controversia sospechosa por haberse dejado prenderse en una telaraña trabada por el ninguneo (...) Dudamos firmemente en la imparcialidad de los mediadores (...) Tenemos serias dudas que se haya estado, y se esté actuado desde el primer momento con independencia, imparcialidad y determinación ante la controversia que se trata de dilucidar, dado el alto nivel político que la envuelve, y que está empezando a crear un clima de falta de credibilidad entre el colectivo de los arquitectos españoles y marroquíes", esgrime el despacho español en su último escrito, denunciando asimismo "falta de interés" de parte de unos y otros en resolver un asunto que lleva más de 20 meses denunciado a las autoridades marroquíes, según Lamela.

Recusación del mediador

El prestigioso estudio de arquitectura ha solicitado así formalmente la recusación del presidente del Colegio de Arquitectos de MarruecosAzdine Nekmouche, como árbitro del conflicto.

Lamela apunta a través de un escrito de su representante a este periódico que tras denunciar su situación al periódico El Confidencial, en enero de este año fue convocado a distintas reuniones de las que participaron el embajador español y miembros del gobierno marroquí.

Si nos pasa esto a nosotros, no quiero pensar en las pequeñas empresas que no tienen capacidad de siquiera asistir a una reunión con las autoridades, pero la realidad es que en nuestro caso tampoco ha servido de nada"

Lamela denuncia ahora que llegaron entonces al acuerdo de someter el conflicto a un arbitraje que zanjara el asunto bajo la sugerida premisa de que el denunciante dejara de recurrir a los medios. El arquitecto español se comprometió por escrito a hacerlo bajo la condición de que el proceso se materializara en algún sentido. Sin embargo, la falta de respuestas a sus escritos sobre el arbitraje en estos diez meses le ha llevado a la recusación del árbitro y a volver a los medios.

"Si nos pasa esto a nosotros, no quiero pensar en cómo afecta este limbo jurídico a las pequeñas empresas que no tienen capacidad de siquiera asistir a una reunión con las autoridades, pero la realidad es que en nuestro caso tampoco ha servido de nada. Las autoridades españoles han ayudado con una reunión que no se ha cristalizado en nada, quizá no somos lo suficientemente interesantes para nuestro gobierno", remachan desde el reconocido estudio, que se prepara ya para elevar el asunto a la Justicia europea e incluso a la FIFA, el organismo rector del fútbol a nivel mundial.

Silencio

Este periódico ha intentado recabar la versión de Exteriores, del dirigente marroquí recusado y del propio Bakhat. Al cierre de esta edición, no ha obtenido respuesta.

Bakhat defendió, antes de que el asunto se sometiera a arbitraje, que la denuncia pública de Lamela obedecía a una mera campaña de "difamación" y "chantaje", que de parte del arquitecto español solo había recibido una pequeña colaboración para un proyecto para el que las autoridades marroquíes plantearon luego otras exigencias que el despacho madrileño no asumió, y que, de sentirse alguna parte agraviada por el convenio firmado, este problema se debía dirimir por un arbitraje, el extremo que precisamente Lamela ha acabado forzando.

Paralelamente, Vozpópuli sí ha obtenido respuesta del Consejo Superior de Arquitectura español, que asegura, a través de su equipo jurídico, estar analizando la documentación presentada por el estudio de arquitectura español de cara a asistirlo "con diligencia" aunque inciden en que hay "un proceso de arbitraje en marcha".

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