Quantcast

Economía

Octubre, mes crítico para la deuda española: habrá que refinanciar 30.000 millones

¿Hasta cuándo dispone el Tesoro español de fondos? El Ministerio de Economía ha hecho los deberes y ha aprovechado la calma del primer trimestre para acumular prácticamente la mitad de sus necesidades de caja para todo el año. Así que el siguiente Tourmalet se presentará en octubre, cuando habrá que refinanciar 30.000 millones en vencimientos. 

En las actuales condiciones de mercado, semejante cantidad se antoja un reto insalvable sin la ayuda del Banco Central Europeo, bien a través de las compras directas de bonos estatales o bien a través de sus inyecciones a la banca que ésta luego destina a las adquisiciones de deuda soberana. Sin embargo, la mayoría de los expertos anticipa que las actuales rentabilidades del 6 por ciento para los bonos a 10 años resultan demasiado elevadas como para que la economía real aguante. Estos niveles de interés para los Estados implican que no hay crédito ni para las empresas ni para los hogares.

El propio consejero delegado BBVA, Ángel Cano, ha declarado que haría falta una nueva ronda de préstamos a la banca a tres años bautizados como LTRO para que el crédito engrase la actividad. En caso contrario, las entidades sólo destinarán sus fondos a refinanciaciones.  

Por el momento, el equipo dirigido por Luis de Guindos ha demostrado un conocimiento mucho mayor que el del anterior Gobierno a la hora de hacer frente a unos mercados sometidos a la presión. Hace dos semanas sorprendieron a los inversores reduciendo un día antes la cantidad de deuda que emitirían. Su mensaje era muy claro: pretenden comunicar que tienen liquidez de sobra y que a estos precios no asignaran más títulos que los estrictamente fijados en el calendario. Y el martes volvieron a hacerlo: recortaron su objetivo previsto otra vez desde los 3.000 a los 2.000 millones para favorecer la colocación.

Estas tácticas han sido bien acogidas con una demanda sólida, sobre todo liderada por la banca española. Sin embargo, la nota negativa de la subasta del martes consistió en que, según los expertos, todavía falta demanda extranjera y el interés abonado casi se duplicó. El Estado pagó aproximadamente un 1,5 de interés medio por las letras a seis meses frente al 0,8 de la anterior adjudicación, y un 0,6 por ciento para las de tres meses respecto al 0,3 que ofreció antes.  

Tales costes de financiación pueden suponer una presión añadida para unos Presupuestos del Estado ya de por sí muy restrictivos. No obstante, los hechos en Europa pueden precipitar muy pronto las cosas. Por un lado, el principal aliado de Alemania en la política de austeridad, Holanda, sufre ahora dificultades para aprobar un ajuste del gasto. ¿Quién criticará ahora junto a Berlín las medidas tomadas en Portugal o Grecia?, se preguntan los analistas. Merkel se puede quedar todavía más sola si además Hollande gana las presidenciales y los mercados huyen de los galos. Entonces Berlín tendrá que decidir cuánto vale el euro, lo que obligará a Merkel a considerar una auténtica revolución en Europa… Mucho antes del ‘octubre rojo’ de la deuda española.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.