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Economía

Malestar del Gobierno con la Comisión: "No son quien para decir si nos intervienen o no"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en un reciente acto electoral de las elecciones andaluzas

El Gobierno está más que molesto por el recrudecimiento de la presión sobre España, en gran medida debido a unas declaraciones off the record del comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, sobre la situación de la economía doméstica, dejando caer la posibilidad de que fuera preciso el uso del fondo de rescate. Fuentes muy cercanas al equipo económico del Gobierno indican que “Rajoy negocia con el Consejo Europeo, no con la Comisión”, que es quien supervisa la evolución del déficit y da el visto bueno a las medidas tomadas.

Precisamente, el Eurogrupo será quien decida este fin de semana las medidas a adoptar para con el fondo de rescate europeo. Es un instrumento implementado por los países, aunque opinen sobre el mismo algunas instituciones como la Comisión. De ahí viene el malestar: “no son ellos quienes deben decidir si se emplea o no algo que están negociando los presidentes y ministros de Economía”.

De hecho, “Rajoy siempre habla de nuestros socios europeos cuando comenta alguna medida, como, por ejemplo, la reciente rebaja del objetivo de déficit. Son quienes deberían decir si nos intervienen o no”. Es importante recordar que el Consejo Europeo está formado por los jefes de Gobierno de los Veintisiete.

La Comisión, aunque tiene la función de supervisar y gestionar las políticas comunitarias y sus presupuestos, es un organismo con una soberanía puesta en entredicho continuamente por los estados miembros, que históricamente han demostrado abordar sus prácticas particulares en áreas clave como la energía, las telecomunicaciones y otros sectores estratégicos, a pesar de las advertencias e incluso el anuncio de sanciones.

Es un ente en el que figuran Comisarios que no tienen línea directa con los Gobiernos, como acusan las fuentes consultadas, caso palpable en el caso de Almunia con el actual Ejecutivo. Eso lleva a que no tengan línea de actuación conjunta ni discurso homogéneo con el Consejo. Al contrario, en muchas ocasiones (como en el reciente del off the record de Almunia) ha habido posiciones opuestas, con duras consecuencias, ya que los mercados han redoblado sus ataques contra España.

Negociado y bien negociado 

En la actual crisis, desde el consejo de ministros opinan que son los gobernantes y su acción común entre países quienes deben guiar las políticas, erradicando salidas de tono. “Rajoy debate las medidas duras a adoptar con sus pares, sobre todo en materia de déficit”. En este sentido, las fuentes apuntan a que la reciente rebaja del objetivo, situando su presentada en el Eurogrupo, que situó la tasa inicial en el 5,8% y finalmente fue colocada en el 5,3% es un claro ejemplo del modus operandi actual.

“No ha sido una imposición al Gobierno, sino una negociación fluida que se ha vendido de una determinada manera al exterior, para que no pareciera ni que España era una indisciplinada que renunciaba a los compromisos sin más consecuencias, ni que el Eurogrupo se limitaba a aceptar las decisiones de los países sin capacidad de imponer seriedad”.

Lo que parece claro, cuando se habla de “crisis del euro”, es que sus instituciones no atraviesan el mejor momento. Más bien, estorban en cierta medida a los Gobiernos, que quieren rapidez y unidad de acción, sin que los discursos discordantes agraven la crisis sin nuevos motivos. 

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