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Economía

El FMI vivió en el Banco de España durante el alumbramiento de la reforma financiera

No hay peor visita que la que llega con la casa sin recoger. Algo así debió pensar el ministro de Economía, Luis de Guindos, ante la llegada de una nutrida misión de inspectores del Fondo Monetario Internacional (FMI), que aterrizaban en España al arrancar el mes de febrero para someter el sistema financiero a un exhaustivo examen. A España le toca este año pasar el Financial System Assesment Program (FSAP) un duro test que trata de comprobar las fortalezas y debilidades del sistema bancario y la regulación financiera y al que se someten los países del G-20 de forma rotatoria. España no pasa este examen desde 2006, por lo que la fotografía anterior que tomó el organismo internacional se parece poco, o nada, a la que se encontraron en febrero.

Los diez funcionarios del organismo internacional tomaron como centro de operaciones el Banco de España que les adjudicó incluso un despacho debido a la larga duración de la misión (más de tres semanas). El equipo trabaja en Washington a las órdenes de José Viñals,  el que fuera subgobernador del Banco de España. Su estancia coincidió además con el alumbramiento del Decreto Guindos de reforma financiera, por lo que los inspectores tendrían acceso en primera persona a los últimos detalles de la elaboración de la reforma.

Visita inoportuna para España

El Banco de España no fue el único organismo que tuvo que hacer un hueco a esta visita. La delegación del FMI ocupó también despachos de los principales reguladores financieros, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la Dirección General de Seguros  y el  Instituto de Contabilidad y Auditoria de Cuentas (ICAC). Aunque la visita estaba programada, no pudo resultar más inoportuna para los distintos organismos financieros españoles. Además de contar con la presencia del FMI mientras se ultimaban los detalles del real decreto de reforma financiera, la misión pilló a muchos de estos organismos con el pie cambiado en pleno traspaso de poderes, lo que dilató la toma de decisión de algunos relevos y cambios.

La exhaustiva inspección implicó incluso a las entidades financieras, en las que se personaron los propios funcionarios del Fondo para asegurarse de que las comprobaciones de los reguladores españoles se hacen de la forma adecuada. Cabe destacar que uno de los capítulos de este examen es la valoración que se hace en los balances financieros de los activos inmobiliarios, un tema muy sensible en las entidades bancarias en este momento.

Carácter rutinario

La inspección financiera se compaginó con la misión de coyuntura que el FMI realiza todos los años de forma rutinaria a España por estas fechas. Durante la misión se entrevista con líderes políticos, sindicales y expertos economistas. Los dos balances se publican este año de forma conjunta en el informe del denominado Capítulo IV que verá la luz, previsiblemente, a mediados de junio.

Desde Economía recalcan el carácter rutinario y programado de la inspección. Francia es el otro país del G-20 al que le toca pasar el examen en 2012, y el año pasado lo tuvo que pasar Reino Unido. Desde 2010, el test ya no es voluntario para un grupo de 25 países a los que se les considera “sistémicos” entre los que está incluido España. El FMI y la Comisión Europea ya han advertido varias veces a Economía de que el sistema de regulación financiera en España tiene que virar hacia la estructura “twin peaks” esto es, dos súperreguladores que centralicen todo el sistema. El exministro de Economía Pedro Solbes anunció una reforma en este sentido que luego la crisis se llevó por delante.

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