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Economía

La UE aprueba un minifondo para rescates bancarios: sólo habría puesto 3.000 de los 18.000 M. de Bankia

Y Europa parió un ratón. Tanto ruido un mes sí y otro también sobre lo importante que era la unión bancaria para desvincular los riesgos soberanos de los bancarios… Sin embargo, al final los europeos sólo han destinado a su fondo para rescatar bancos unos 60.000 millones ampliables a más mediante una votación, una cantidad muy por debajo de cualquier necesidad del sistema financiero de la eurozona.

Además, estos recursos sólo se podrán inyectar en las entidades consideradas sistémicas, y encima los Estados tendrán que soportar la mayor parte del coste de los salvamentos bancarios. El país afectado habrá de recapitalizar la entidad hasta que ésta alcance el 4,5 por ciento de ratio de capital. A partir de ahí y para llegar al 9 por ciento que establece Basilea III, la inyección correrá a cargo del Mecanismo de Estabilización Europeo (Mede), o sea Europa, en un 80 por ciento. El 20 por ciento restante, que podría reducirse con el tiempo al 10, lo aportará el país sede del banco.

¿Qué significa esto? Pues valdría un simple ejercicio sobre el caso más importante de nuestro país en la historia reciente, Bankia: en esta entidad se inyectaron unos 18.000 millones del rescate europeo. Y con este desembolso dejaron el coeficiente de capital aproximadamente en un 5 por ciento sobre unos 100.000 millones de activos ponderados por riesgo. Es decir, para elevarlo hasta el 9 por ciento de capital que se exigirá en el futuro habría que haber puesto en Bankia unos 22.000 millones en lugar de los 18.000 millones que se inyectaron. Y si para dejarlo en ese 9 por ciento se hubiesen empleado esos 4.000 millones más, entonces Europa sólo tendría que haber aportado, según la proporción acordada del 80-20, algo más de 3.000 millones para la ayuda a Bankia.

Tal y como quería Alemania, Europa sólo se compromete a suministrar unas cantidades prácticamente marginales para los futuros rescates. Por mucho que haya una supervisión única, las cifras manejadas se antojan insuficientes para completar una unión bancaria sólida. Una vez más, el proyecto de integración se plantea cojo. Gracias al BCE y a que están más pendientes de EEUU y Japón, los mercados no han atacado como solían las primas de riesgo de los países periféricos al conocer esta noticia.  

El Gobierno de Rajoy ha afirmado que no le hace falta que este esquema se aplique a España. Y no es de extrañar, porque en nuestro rescate bancario los europeos prestaron casi todos los recursos que se precisaron, unos 40.000 millones. Además, han dejado disponibles por si los necesitamos otros 60.000 millones.

Por supuesto, este procedimiento de rescate sólo se llevará a cabo cuando el Estado no pueda hacerlo por sí solo sin poner en riesgo su estabilidad financiera, después de imponer las pérdidas sobre los acreedores y siempre que se suscriba un memorando de rescate con las consiguientes condiciones.

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