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Economía

Los tests de estrés contemplan otra caída del 9% del precio de la vivienda hasta 2016

El presidente del BBVA, Francisco González

La banca española ya empieza a hacer proyecciones sobre el impacto que tendrá en sus balances los próximos test de estrés europeos. Tras semanas de intensas negociaciones entre el Banco de España, Banco Central Europeo y Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés), la EBA ha comunicado este martes los parámetros sobre los que se construirán los dos escenarios (base y adverso) de este examen. Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España, ha logrado aligerar las directrices de esta prueba, como adelantó Vozpópuli el pasado 15 de abril.

Los parámetros de estrés que se han dibujado para la economía española han terminado siendo más suaves que los de la media de todos los países. Pese a que será dura, la prueba será menos exigente que el escenario apocalíptico que dibujó el test de Oliver Wyman en 2012.

Las diferencias entre países se deben a la diferente fase de la crisis en la que la EBA considera que se encuentra la economía y el sector financiero de cada Estado Miembro. En la práctica, un trato más favorable se traduce en que se considera que una economía ha purgado más excesos que sus homólogas.

Las tres principales magnitudes de la prueba que liderará la EBA dibujan un escenario estresado, para los próximos tres años (2014-2016), con una caída del 6% del PIB, una tasa de paro del 27,1% y un descenso adicional del 10% del precio de la vivienda. En este sentido, el escenario negociado contempla un desplome de los precios de la vivienda del 50% desde los máximos históricos en 2008.

El examen del BCE tratará de determinar la cantidad de capital de calidad que tienen los bancos y, posteriormente, ver qué ocurriría en un escenario adverso. Si no es suficiente, se obligaría a la entidad a realizar una recapitalización preventiva. En consecuencia, cuanto más pesimista sea el escenario adverso, más difícil es superar el examen y más alta la probabilidad de que surjan déficits de capital.

Los bancos que suspendan el examen del Banco Central Europeo (BCE) tendrán entre 6 y 9 meses para recapitalizarse, aunque deberán presentar un plan de captación de recusos mucho antes. Los resultados de la prueba se publicarán en octubre y la cuenta atrás se activará a partir de entonces

Concretamente, el BCE exigirá que el nivel de capital ('common equity tier 1') de los bancos no caiga por debajo del 5,5% de sus activos si quieren aprobar el examen. El nivel de capital exigido en el escenario normal será del 8%.

"Anticipándose ante cualquier posible déficit, los bancos deben empezar a considerar qué fuentes privadas de capital pueden ser utilizadas a partir de este ejercicio y planificar en función de eso", aseguró Vitor Constâncio, vicepresidente del BCE.

Estas son las principales magnitudes que se examinarán en los test de estrés

PIB

El escenario base de la EBA augura un incremento del PIB para España del 1%, el 1,7% y el 2,2% en 2014, 2015 y 2016, respectivamente. Para el escenario adverso, en cambio, contempla descensos del PIB del 0,3%, del 1% y una subida del 0,1%.

Esto quiere decir que la desviación del escenario adverso frente al escenario base, en el caso de España, es del 5,9% hasta 2016, mientras que para la zona euro sería de 6,6%. Para la UE en general, del 7%.

IPC

Otro de los aspectos clave de la prueba de resistencia es la evolución de los precios, especialmente después de que el temor a la deflación haya levantado la voz de alarma en instituciones como el FMI y la Comisión Europea.

En este punto, la EBA vaticina un IPC del 0,3% en España en 2014, un 0,9% en 2015 y un 1,3% en 2016. El escenario adverso contempla un 0%, un 0,4% y un 0,8%, respectivamente. De este modo, la desviación hasta 2016 es de apenas un 1%, frente al 1,9% y el 2,8% de la zona euro y la UE, respectivamente.

Desempleo

En el desempleo, en cambio, se produce la excepción, y los bancos españoles serán examinados más duramente. La EBA considera que, en un escenario de estrés, el paro seguirá subiendo hasta el 26,3% este año (en lugar del 25,7% en el escenario base), el 26,8% en 2015 (frente al 24,6%) y el 27,1% en 2016 (frente al 23,2%).

En este caso, la desviación media anual para España del escenario adverso es de 2,23 puntos; frente al 1,23 de la zona euro y 1,8 puntos de la UE.

Viviendas

Para los precios de los inmuebles residenciales, el escenario base para España vaticina una caída del 4,3% en 2014, una subida del 0,3% en 2015 y otra del 3,6% en 2016. El caso estresado contempla un descenso de precios del 7,4%, del 3% y una subida del 0,9%, respectivamente.

De este modo, la desviación del escenario adverso para España respecto al caso base es del 8,9% hasta 2016, frente a la caída del 19,2% de la zona euro y la del 21,2% de la UE.

Inmueble comercial

Algo similar ocurre con los precios de los inmuebles comerciales. Según la EBA, estos caerán en España un 1,4% en 2014, para subir un 0,3% en 2015 y un 1,7% en 2016. El escenario adverso, en cambio, anticipa descensos del 2,8%, del 2,2% y del 0,6%, respectivamente.

Con estos supuestos, la diferencia entre el escenario adverso y el base en España hasta 2016 es del 6,1%, frente al 11,7% de la zona euro y el 14,7% de la UE.

Hace dos años, el escenario estresado de Oliver Wyman colocó a las entidades en la hipótesis en una recesión de tres años, una caída acumulada del PIB del 6,5%, una bajada del precio de la vivienda del 27%, una tasa de paro del 27,2%, una desvalorización de la Bolsa del 55% y hasta 270.000 millones de euros de pérdidas para la banca, y todo, con un ‘colchón del 6%’. En el caso de los próximos exámenes, previos a la entrada en vigor del supervisor único, las entidades españolas y europeas deberán contar con un colchón de Core Tier 1 (capital de máxima calidad) del 8%.

A diferencia del escenario base, para el que la EBA y el BCE han tenido en cuenta las previsiones macro de cada estado, además de la Comisión Europea, la definición del escenario adverso corresponde a criterios subjetivos de ambas instituciones. En cada país, la EBA y el BCE negocian con el supervisor nacional la definición de este escenario macro. Por esta razón, desde el Banco de España se trabaja para reducir al máximo las proyecciones negativas debido a la mejoría de la situación económica en España en el último trimestre, que ha elevado el crecimiento para final de año a una horquilla de entre el 1% al 1,5%.

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