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Economía

Santander estima que una rebaja de su calificación en UK le costaría 4.400 millones

Ana Botín, presidenta de Santander.

Santander estima un coste de 3.900 millones de libras, algo más de 4.400 millones de euros, que tendría que afrontar su filial en Reino Unido, Santander UK, si la calificación de la deuda de la entidad en el país empeora. 

El banco presidido por Ana Botín admite en un reciente documento enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que, si a 31 de diciembre de 2017, las agencias de rating hubiesen rebajado un nivel la calificación de la deuda a largo plazo de Santander UK, y ello desencadenara un descenso en su calificación crediticia a corto plazo, el banco tendría que aportar "efectivo y garantías adicionales por valor de 3.900 millones de libras esterlinas de acuerdo con las condiciones de los contratos de derivados y otros contratos de financiación garantizada firmados".

Para que se produzca una rebaja en la calificación, las agencias tienen que percibir un riesgo fundamentado sobre el negocio del grupo. La incertidumbre generada por el Brexit y la volatilidad de la libra provocan en la actualidad que no pueda descartarse ningún escenario, a pesar de la fortaleza mostrada por la división británica del banco español.

En 2016 Santander compró títulos de deuda soberana inglesa por importe de 7.765 millones de euros

La deuda a largo plazo de Santander UK está calificada por las tres principales agencias de calificación: Aa3 con perspectiva estable por Moody's; A con perspectiva estable por Standard & Poor; y A con perspectiva positiva por Fitch. El banco precisa que los efectos de una caída de la calificación son inciertos "ya que dependen de numerosas estimaciones y factores interrelacionados que son dinámicos y complejos". Pero si el grupo no consigue mantener unos niveles de calificación favorables y estables, el coste de financiación podría empeorar, lo que afectaría negativamente a su negocio.

"La reciente volatilidad del valor de la libra esterlina motivada por el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido a la UE podría prolongarse mientras duren las negociaciones de salida", admite Santander en su información enviada recientemente a la CNMV, "y podría tener un efecto material adverso en las operaciones del grupo en Reino Unido".

Santander se ha convertido en una de las principales entidades financieras que operan en Reino Unido, compitiendo con la gran banca del país -HSBC, Lloyds, RBS, Barclays...-. La familia Botín ha apostado fuerte por el mercado británico y ya en 2010, Emilio Botín, cuando anunció la integración bajo una misma marca de las entidades adquiridas desde 2004 en el país, Abbey, Bradford & Bingley y Alliance & Leicester, afirmó que la intención del banco español era convertirse "en el primer banco de Reino Unido". 

El banco español emplea a más de 25.000 personas en Reino Unido

En 2015 Reino Unido se convirtió en el primer mercado del mundo para Santander, mayor en cuanto a beneficios que Brasil, España, o Estados Unidos, obteniendo unas ganancias de unos 1.860 millones de euros. Fue en Reino Unido donde Santander lanzó por vez primera la Cuenta 1,2,3 que luego exportó a otros países, entre ellos España; Ana Botín -consejera delegada de Santander UK desde 2010 hasta el fallecimiento de su padre, en 2015- formó parte del comité integrado por 19 personas que asesoraron en materia económica al exprimer ministro David Cameron bajo su mandato, que terminó con la victoria del sí a la salida de Reino Unido de la UE. En 2016, antes de que se celebrara el referéndum sobre el Brexit, Santander compró títulos de deuda soberana inglesa por importe de 7.765 millones.

A pesar de la fortaleza mostrada por Santander, la incertidumbre generada por el Brexit ha lastrado los últimos resultados del grupo en el país. En 2017 Santander ganó un 9,2% menos en Reino Unido y en el primer trimestre de este año el beneficio del grupo en el país cayó un 23% en comparación con el mismo periodo de un año antes, un resultado peor que el obtenido por Santander en Brasil, España y Estados Unidos.

Menor crecimiento previsto en UK

A principios de 2016, antes de que se votara el Brexit, Santander ya advirtió que la principal amenaza geopolítica para la estabilidad de su negocio, mayor que la situación política en España o en Brasil, superior que la amenaza terrorista o la crisis de los refugiados, era "el debate sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea".

Santander advierte que el Brexit podría impactar en la reestructuración clave que está llevando a cabo en Reino Unido en banca minorista

En la reciente información enviada por Santander al regulador del mercado español, el grupo señala que, aunque es difícil predecir los efectos del Brexit, "es probable que se produzca una mayor inestabilidad financiera y un crecimiento económico más lento, así como un aumento del desempleo y la inflación".

Santander añade que el abandono por parte del país del mercado único europeo podría afectar "al atractivo de Reino Unido como centro de inversión global e incrementar las barreras a las relaciones comerciales (...)". Y apunta la incertidumbre añadida de la situación política en Escocia, contrario al Brexit y cada vez más alejado de la postura del Gobierno del país.

El grupo español indica que sus filiales en Reino Unido se encuentran "en un proceso de reestructuración estratégica clave con la delimitación de sus actividades de banca minorista" y la incertidumbre generada por el Brexit "podría afectar a las perspectivas de éxito en la ejecución". Además recuerda que Santander UK, como otras instituciones financieras, "ya no puedan apoyarse en el marco transfronterizo europeo para los servicios financieros", lo que podría provocar "que se les exija solicitar autorización en varias jurisdicciones de la UE, cuyos costes, plazos y viabilidad son inciertos".

El grupo español provisionó en marzo 374 millones de euros por reclamaciones de clientes en Reino Unido

El banco español finaliza su exposición al riesgo derivado del Brexit advirtiendo que la "falta de claridad" sobre el impacto del resultado del referéndum celebrado el 23 de junio de 2016 en política migratoria "podría dificultar a las filiales del grupo en Reino Unido la incorporación y retención del personal adecuado, lo que podría afectar negativamente a su negocio".

Santander, que emplea en Reino Unido a 25.182 personas (la plantilla total es de 202.251 personas), tiene en el país el 29% de su cartera total de crédito, principalmente créditos hipotecarios. Santander UK tiene un peso en la actualidad del 25% sobre los activos totales del grupo.

El pasado mes de marzo el banco español provisionó 327 millones de libras, 374 millones de euros, por reclamaciones asociadas a la venta de ciertos productos financieros a clientes en Reino Unido. 

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