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Economía

Con el Memorando de Entendimiento, Bruselas impone un banco malo, una quita a bonistas y nuevas nacionalizaciones

Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea

La lista de exigencias de Bruselas es interminable para las entidades inviables. Un banco malo para aparcar sus activos tóxicos inmobiliarios, cierre de sucursales, limitación de remuneraciones a sus directivos, prohibición del pago de dividendos, que los accionistas y bonistas (entre ellos los titulares de preferentes) asuman el coste de liquidación de una entidad... Pero no sólo para ellas. El Memorando de Entendimiento, la letra grande del rescate financiero, obligará a un determinado número de entidades a ser nacionalizadas de forma temporal si sus necesidades de capital superan el 2% de sus activos de riesgo, con indepedencia de que tengan capacidad para subsanar este déficit de capital por su cuenta.

Este grupo de entidades no podrá negarse a recibir las ayudas europeas que se materializará en forma de 'cocos' (bonos convertibles en acciones). Los cocos podrán ser amortizados (mediante la devolución de su importe) hasta junio de 2013 con el capital privado que capte la entidad. Si no lo logra, serán convertidos en acciones y, por tanto, dichas entidades quedarán nacionalizadas, al menos parcialmente. Aquellos otros de este grupo que necesiten una ampliación de capital menor al 2% de los activos ponderados por riesgo, tendrán de plazo para hacerlo hasta el 30 de junio de 2013, pero no serán objeto de esa recapitalización preventiva con cocos.

"Bruselas ha terminado con el cheque en blanco que tenían determinadas entidades", explicaban ayer desde el sector, que considera que este grupo de nacionalizados temporales podría estar integrado por bancos de antiguas cajas como Liberbank, Unicaja por el lastre de su las cajas castellanoleonesas o BMN. Por debajo de ese límite del 2% de los activos de riesgo, y por tanto que no necesiten 'cocos', figurarán entidades como el Popular, Bankinter o Kutxabank.

El sector, dividido en cuatro grupos

Además de ese grupo 3, Bruselas ha clasificado a las entidades financieras españolas en otros tres grupos. En el grupo 0 estarán las entidades sanas, las que no necesiten ayuda (como Santander, BBVA y La Caixa, según los análisis preliminares de los consultores). En el grupo 1 estarán las entidades nacionalizadas (BFA/Bankia, Catalunya Caixa, NCG Banco y Banco de Valencia). En el grupo 2 estarán las entidades que suspendan las pruebas de resistencia y no sean capaces de captar fondos por sí mismas. En el grupo 3 estarán las que suspendan pero tengan planes de recapitalización creíbles sin ayuda estatal. En octubre se establecerá qué entidades pertenecen a los grupos 0, 1, 2 y 3, en función de las pruebas de resistencia.

Los bancos de los grupos 1, 2 y 3 deberán presentar a principios de octubre sus planes de recapitalización con medidas internas, ventas de activos, gestión de los pasivos o mediante la petición de ayuda pública. Las autoridades españolas y la Comisión Europea analizarán esos planes.

Para los bancos nacionalizados (grupo 1), los que necesitarán más capital, el Gobierno debe empezar a preparar ya este mes los planes de resolución o reestructuración, de modo que estén listos para ser aprobados por la Comisión Europea en noviembre. La transferencia de activos tóxicos a un banco malo debe estar culminada a finales de año y se 'aparcarán' a precios razonables, lo que generará pérdidas en la entidad.

El FROB contribuirá con capital a esta especie de 'banco malo' -aunque el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dicho que no está decidido si será uno o varios-, que emitirá bonos estructurados de forma que puedan usarse como colateral ante el Banco Central Europeo (BCE).

Las primeras ayudas, para Bankia

Según consta en el Memorando de Entendimiento, ninguna entidad recibirá fondo alguno sin que cuente con un plan de recapitalización aprobado por Bruselas. De esta manera, los primeros 30.000 millones aprobados por el Eurogrupo se destinarán al saneamiento de Bankia. El sobrante se destinará a crear un colchón de capital para cubrir una posible contigencia en el sector.

Para los bancos del grupo 2, los aún no nacionalizados pero que necesiten ayudas públicas, los planes de reestructuración deben presentarse en octubre como muy tarde. El proceso de aprobación de dichos planes se extenderá hasta finales de diciembre. En dichos planes figurará la segregación de activos tóxicos en un banco malo.

El Memorando confirma que los accionistas y bonistas de las entidades sufragarán el coste de aquellas entidades que se liquiden para que este proceso cause el menor perjuicio económico para el contribuyente. De esta manera, los titulares de participaciones preferentes de aquellas entidades que desaparezcan o sean subastadas a otro banco sufrirán una quita de su inversión inicial.
La UE considera que la liquidación ordenada puede aplicarse tanto a los bancos del primer grupo como a los del segundo. A finales de agosto, España deberá aprobar una norma que refuerce los poderes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en materia de resolución. Esta

Además, las entidades que reciban fondos del rescate, sea en forma de capital directo o de cocos, estarán obligados a vender participaciones y activos que no sean centrales a sus actividades, así como a prohibir el pago de dividendos, limitar el sueldo de los directivos y tener que hacer un imporante ajuste en su red de sucursales.

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