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Economía

La gran banca española sigue aparcando dinero en el BCE mientras persiste la sequía de crédito

Emilo Botín, durante una visita al Palacio de la Moncloa.

Mientras PP y PSOE debaten el nuevo régimen para la banca y reclaman que fluya el crédito, las grandes entidades están aumentando la cantidad de fondos que guardan en una caja fuerte: la del Banco Central Europeo hasta sumar casi 125.000 millones de euros aparcados en Frankfurt, según refleja el análisis de sus estados financieros.

En el último mes, el Banco Santander y el BBVA han aumentado sus depósitos en el banco central un 11% y un 16,6% respectivamente, según recogen los balances depositados ante el regulador. Si se toma como referencia el último año, el Santander ha aumentado sus reservas ante el banco central un 23,4% mientras que el BBVA ha aumentado esos depósitos más del 41%. 


No hay especulación sino temor

Las cifras, sin embargo, no revelan ninguna jugada especulativa ya que los depósitos en el BCE han dejado de ser rentables para los bancos. Los intereses que Frankfurt paga por los depósitos son, a día de hoy, muy inferiores al 1% por lo que mantener ese dinero en la caja fuerte del banco central les supone también perder dinero.

El aumento de ese colchón se debe, pues, al temor a nuevas exigencias regulatorias por parte del Banco de España, según explican fuentes de esas entidades. En los últimos meses, el Banco de España ha obligado a las entidades a mantener una ratio de solvencia del 8% primero y del 9% más tarde que les ha forzado a disponer de más fondos en caja como señal de solidez. Las entidades temen una nueva vuelta de tuerca del regulador que podría requerir que ese volumen crezca todavía más.

El crédito no llega a familias y pymes

Son precisamente las autoridades las que pueden estar impidiendo que el crédito llegue a familias y pymes, según confiesan responsables de las entidades consultadas. En primer lugar, porque gobiernos y ayuntamientos se están bebiendo el poco crédito que los bancos bombean al sistema. Las entidades prefieren prestar a un acreedor con garantías “oficiales”. Pero en segundo lugar, los bancos mantienen cerrado el grifo del crédito ante el temor de que los reguladores les exijan más garantías de liquidez y, por tanto, les haga imprescindible disponer de los fondos que ahora duermen en las cajas fuertes de Frankfurt.

Ante esa situación, los analistas ponen al Reino Unido como ejemplo contrario. Allí, tres de cada cuatro bancos han menguado los depósitos que dejan en el BCE en el tercer trimestre del año, tras el relajamiento en las exigencias de solvencia exigidas por el Banco de Inglaterra. 

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