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Economía

El Programa de Estabilidad esconde ajustes en el gasto sanitario y educativo

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro

A la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) no le cuadran las cuentas del Programa de Estabilidad. El Gobierno ha insistido en muchas ocasiones en que no ha incluido nuevas medidas en el Plan Nacional de Reformas, ni de gastos ni de ingresos, pero las estimaciones que ha planteado de aquí a 2019 no dicen lo mismo. La AIReF no entra a valorar si las cifras esconden o no nuevos ajustes, pero sí deja claro en su último informe que los números del Gobierno no salen si no se toman medidas adicionales.

En concreto, a Autoridad Fiscal ve “inconsistencias” entre el contexto económico y las proyecciones fiscales y asegura que los ingresos deberían evolucionar mejor de lo que prevé el Gobierno teniendo en cuenta lo que crecerá la economía y el empleo. Las diferencias entre las previsiones del Gobierno y la AIReF son mayores en el caso de los impuestos indirectos y en los años 2018 y 2019, por lo que las cifras podrían esconder cambios en estas figuras.

Pero las divergencias son más evidentes en el caso del gasto y, sobre todo, en el gasto sanitario y educativo. En este sentido, el organismo fiscalizador ha hecho un ejercicio en el que analiza la evolución de estas dos partidas desde 2010 hasta 2014 y hace una proyección de su trayectoria entre 2016 y 2019 teniendo en cuenta la evolución de la economía.

El gasto de estas dos partidas debería ser mayor teniendo en cuenta la evolución de años anteriores y las previsiones macroeconómicas

En el caso del gasto sanitario, la Autoridad Fiscal revela que esta partida creció de media un 5,3% en términos reales entre 2002 y 2010, y se contrajo un 4,4% entre 2011 y 2014, los años más duros de la crisis. Según esta evolución y las previsiones económicas para los próximos años, esta partida debería crecer un 4,1% de media entre 2016 y 2019. Sin embargo, el Gobierno ha planteado en la actualización del Programa de Estabilidad una cifra mucho más baja, del 0,5%.

Algo parecido pasa con el gasto en educación. Esta partida creció un 3,3% de media entre 2002 y 2010 y cayó un 4,9% entre 2011 y 2014. El modelo que utiliza la Autoridad Fiscal arroja un crecimiento medio del 2,9% entre 2016 y 2019, pero el equipo de Mariano Rajoy ha fijado en el Programa de Estabilidad un moderado incremento del 0,6%.

La propia AIReF, que nunca entra a valorar decisiones políticas ni aventura las medidas que aplicará el Gobierno, sí reconoce en su informe que las cifras son “poco probables” si no se aplican nuevas medidas. Puede que el Gobierno y la Autoridad Fiscal utilicen modelos muy diferentes para hacer estos cálculos o puede que los números escondan nuevas acciones por parte del Gobierno, sobre todo teniendo en cuenta el desvío de las cuentas del año 2015 y el descontento de las autoridades comunitarias con España.

Los ajustes que sí ha planteado el Gobierno

En cualquier caso, las cifras que ha enviado el Gobierno a Bruselas incluyen un ajuste de 3,1 puntos en el total del gasto, que pasaría de suponer el 43,2% del PIB en 2016 al 40,1% en 2019. Este ajuste se debe, principalmente, a la reducción de las partidas destinadas a financiar los intereses de la deuda y las transferencias sociales en efectivo, aunque también incluye una moderación de las partidas principales del consumo público (remuneración de asalariados, consumos intermedios y prestaciones sociales en especie) y la inversión, que va reduciendo su peso sobre el PIB a lo largo del periodo.

Con estas cifras el Gobierno quiere dejar el déficit en el 1,9% al final del periodo analizado

En el caso de los ingresos, las cifras enviadas a las instituciones comunitarias creen que su peso sobre el PIB aumentará un 0,3% entre 2016 y 2019 al pasar del 38,2% al 38,5%. El Gobierno siempre dice que su objetivo es seguir bajando los impuestos cuando la evolución económica lo permita, pero mantener siempre el peso de estos sobre el PIB en el entorno del 38%, nivel que considera adecuado para financiar los gastos del país.

Con estos ajustes de gastos e ingresos a lo largo del periodo, el Gobierno pretende reducir el déficit un 3,4%, de forma que pase del 5% registrado al cierre de 2015 al 1,6% en 2019. La senda que ha planteado el Gobierno, según la Autoridad Fiscal, es exigente, pero posible, aunque no todos los subsectores lograrán cumplir lo pactado. La Seguridad Social seguirá siendo la gran incumplidora durante estos años.

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