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Economía

Ryanair entra en pérdidas y aparta a Michael O'Leary del día a día de la aerolínea

El consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary

Ryanair ha presentando este lunes unos números rojos de 20 millones de euros en su tercer trimestre fiscal, comparado con 106 millones de beneficios el mismo periodo del año anterior. Estos resultados se justifican con factores externos como la caída de un 6% en las tarifas durante la temporada de invierno y un exceso de capacidad en el sector castigado. Aunque la compañía ha realizado movimientos muy significativos en su equipo directivo tras estas cuentas. 

El mediático consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, abandonará el día a día de la compañía, incluidas las negociaciones con los sindicatos, para ocupar un nuevo cargo como consejero delegado de una supraestructura que incluye, además de Ryanair, Lauda, Ryanair Sun y una filial británica que se ha creado para sortear los problemas derivados del brexit. 

No obstante, este movimiento viene acompañado con una ampliación de su contrato de cinco años y asegura sus servicios hasta 2024. "Su acuerdo de comprometerse por un período de 5 años es bienvenido, y dará certeza a nuestros accionistas y le permitirá para guiar al CEO individual de Ryanair, Laudamotion y Ryanair Sun", detalla la aerolínea irlandesa en un comunicado. 

El objetivo de Ryanair es que el 'carismático' O'Leary centre sus esfuerzos en la estabilidad financiera de la aerolínea 'low cost', en las oportunidades de adquisiciones de otras compañías y la gestión de la flota de aviones. En este sentido, un nuevo ejecutivo llegará a Ryanair para ser el encargado de negociar con los sindicatos y trabajar en la operativa diaria de la compañía. 

Aumento de ingresos y pasajeros

Estas noticias castigan pero no ahogan a Ryanair en Bolsa. Las acciones de la compañía se dejan en el arranque de la sesión del lunes cerca de un 5%. Tras lo vivido en 2018 es un dato 'poco escalandoso'. La compañía ha presentado dos 'profit warning' (recorte de previsiones de beneficio) y ha vivido una auténtica batalla con sus trabajadores en varios de sus mercados más importantes. 

Dentro de las malas noticias hay algunos datos que alimentan el optimismo de la compañía. Los ingresos han aumentado un 9%, hasta los 1.520 millones de euros, y el volumen de pasajeros repunta un 8% respecto al mismo período del año anterior, con un total de 32,7 millones. 

Si bien una pérdida de 20 millones de euros en el tercer trimestre fueros decepcionantes, nos alegramos de que esto se deba en su totalidad a unas tarifas aéreas más débiles de lo esperado"

"Si bien una pérdida de 20 millones de euros en el tercer trimestre fueros decepcionantes, nos alegramos de que esto se deba en su totalidad a unas tarifas aéreas más débiles de lo esperado, por lo que nuestros clientes disfrutan de precios récord, lo que es bueno para el crecimiento del tráfico actual y futuro", detalla O'Leary. 

Pero el futuro tampoco trae buenas noticias. La incertidumbre con el 'brexit' golpea a la compañía. "El riesgo de un Brexit de "sin acuerdo" sigue siendo preocupantemente alto. Si bien esperamos que prevalezca el sentido común y que se produzca un retraso en Brexit o un acuerdo sobre el acuerdo de transición de 21 meses actualmente sobre la mesa, hemos tomado todas las medidas necesarias para proteger los negocios de Ryanair en un entorno sin acuerdos", concluye el CEO de la aerolínea. 

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