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Economía

Puigdemont quería poner impuestos a la banca para financiar la Cataluña independiente

Carles Puigdemont.

Los planes del Govern estaban plasmados en una agenda negra Moleskine hallada por la Guardia Civil en casa del exsecretario general de Economia, Josep Maria Jové, número dos de Oriol Junqueras. La agenda incluye anotaciones manuscritas entre febrero de 2015 y noviembre de 2016 y mucha información sobre los planes para financiar la hipotética Cataluña independiente.

Una de las ideas del equipo de Puigdemont pasaba por recuperar algunos de los impuestos tumbados por el Tribunal Constitucional para aumentar los ingresos, como el de los depósitos bancarios y el de los pisos vacíos, dos impuesto que afectan directamente a la banca.

El Govern también quería gravar las nucleares, aunque no descartaba modificar el planteamiento inicial del tributo, subir el IRPF a las rentas más altas y recaudar algo más por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. En cambio, quería reducir los impuestos a las rentas inferiores de 12.000 euros.

En 2012 la Generalitat aprobó el impuesto sobre los depósitos por decreto

A finales de 2012, la Generalitat decidió crear por decreto el impuesto sobre los depósitos, pero el Gobierno reaccionó inmediatamente aprobando un impuesto estatal a tipo cero con el fin de cerrar la puerta a esa tasa en todas las comunidades autónomas. Aún así, en abril de 2014 la Generalitat aprobó la ley que alumbraba el impuesto catalán, que contemplaba que si una entidad financiera captaba depósitos por valor de hasta 150 millones de euros en esta comunidad se le aplicaría un gravamen del 0,3%; entre 150 y 600 millones el tipo sería del 0,4%, y a partir de 600 millones, del 0,5%.

En junio de 2015 el Tribunal Constitucional anuló tanto el decreto aprobado en 2012 como la Ley del Parlamento catalán de 2014. Los magistrados admitieron el recurso del Gobierno central, que consideraba que la regulación de este impuesto incurría en extralimitación competencial e invadía las competencias del Estado.

Pisos vacíos

En 2016, se anuló también el impuesto a los pisos vacíos del Ayuntamiento de Barcelona al estimar el recurso del Gobierno en el que argumentaba que este tipo de viviendas ya podrían gravars en el IBI. Aunque la suspensión se levantó unos meses después de haberla aprobado, este verano el Tribunal Superior de Cataluña anuló de nuevo el impuesto argumentando que un tributo así lo podría crear la comunidad, pero no un Ayuntamiento.

Este impuesto se aplica a los pisos de entidades financieras y empresas que lleven más de dos años vacíos, y tiene bonificación si los propietarios los dedican a alquiler social. La Generalitat siempre ha dicho que el objetivo de crear un impuesto así es sacar al mercado de alquiler los más de 45.000 pisos vacíos que hay en Cataluña y ayudar a los ciudadanos más vulnerables ampliando el parque público de vivienda.

El impuesto sobre las nucleares se aprobó en el 2014 y gravaba el combustible utilizado por las centrales. Fue suspendido en 2016 por el Tribunal Constitucional después de haber recaudado unos 60 millones que tuvieron que devolverse a los propietarios de las dos centrales nucleares catalanas.

Y estas tres figuras son las que se planteba recuperar el Govern para financiar la hipotética Cataluña independiente. Además, tocaría otras figuras como el IRPF o Sucesiones para elevar los ingresos y contentar a la CUP. Está por ver si los independentistas recuperarán estas ideS zi salen victoriosos de las elecciones de la próxim semana.

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