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Economía

Los Presupuestos de 2014 ya fallan por el lado de los ingresos

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.

El ministro Cristóbal Montoro ha reconocido en la rueda de prensa del Consejo de Ministros que los ingresos fiscales se han comportado peor de lo previsto durante la primera mitad de este año, y eso se ha traducido en que la previsión de cierre se sitúe en unos 2.340 millones menos de lo esperado.

Y ello pese a que en junio subió los impuestos al tabaco, a las bebidas espirituosas, a los gases fluorados y a las sociedades limitando deducciones. El Gobierno adoptó esos nuevos tributos y elevó la previsión de ingresos desde los 175.177 millones a los 177.866 millones, esperando que por unos pequeños brotes verdes ingresaría 9.299 millones por encima de los 168.567 millones finalmente recaudados en 2012.

Pero la realidad ha venido a responder al ministro que de donde no hay no se puede sacar. Por dos razones. En primer lugar, porque arrastra un agujero de 2.500 millones debido a las devoluciones que desplazó del 2012 al 2013. En segundo lugar, aunque la economía vislumbre un horizonte de mejora en la lontananza, las continuas alzas fiscales simplemente están hundiendo más las bases imponibles. En el primer semestre del año, las bases sobre las que se aplican los impuestos han caído un 5,5 por ciento. Sólo en el IVA, después de la brutal subida del ejercicio pasado, se han desplomado un 9,2 por ciento, una caída mucho mayor que la experimentada en el consumo privado del orden del 2 por ciento. Un hecho que apunta al desplazamiento de la actividad hacia la economía B.

Este comportamiento de los ingresos pone en tela de juicio el rendimiento de la recaudación de cara al cumplimiento del déficit, tal y como ya advierten numerosos analistas. Y deja en evidencia el castillo de naipes sobre el que se construyen los llamados Presupuestos de la recuperación.

Después de una devaluación salarial brutal y con una tasa de desempleo que permanecerá alta durante años, se antoja difícil que, como pronostica Montoro, el IRPF recupere un incremento de un 1,7 por ciento en la recaudación de 2014. O que el IVA logre un 2,7 por ciento más de ingresos cuando la actividad se genera mediante las exportaciones y éstas no se gravan.

El mayor sacrificio para cuadrar los ingresos se pedirá a las empresas, en especial a las grandes, que tendrán que aportar hasta un 5,4 por ciento más que este año después de haber contribuido el año anterior con 5.000 millones más. Y aun así parece bastante difícil que se logre cumplir también con este objetivo cuando en el informe de la Agencia Tributaria de agosto se recoge que se han perdido 2.786 millones debido a las liquidaciones de todo lo que se adelantó mediante el pago fraccionado del 2012, tal y como avanzó en su blog Francisco de la Torre. O dicho de otro modo, las devoluciones por Sociedades hasta agosto se han disparado un insólito 53 por ciento. Lo cual implica que en el pago fraccionado de las empresas de diciembre ahora hay que... ¡duplicar los ingresos hasta los 5.000 millones!

Y si no se cumplen los ingresos de 2013, ¿cómo se van a cuadrar los de 2014? De acuerdo con los datos de la Agencia Tributaria, entre enero y agosto de 2013 se han recaudado únicamente 259 millones más de impuestos que el año pasado, cuando el objetivo es ingresar para todo el ejercicio unos 9.299 millones más. La meta pinta harto complicada de alcanzar.  

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