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Economía

Sánchez Mato se enfrenta a una inhabilitación si dispara el gasto

Carlos Sánchez Mata, este martes junto a su equipo

Sube la temperatura. El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato, calentó este martes el debate político al anunciar su intención de disparar el gasto, para lo que no cumpliría la Ley de Estabilidad. "Es absurdo el artículo 135 -de la Constitución- que nos obliga a que un ayuntamiento con superávit tenga que destinarlo a pagar las cuotas de deuda de dentro de tres años o cuatro, y esto es como si le dijeras a una familia con hijos en la que uno encuentra trabajo y tiene más dinero, que dejen sin cenar a los niños para pagar las cuotas de deuda. Eso este equipo de gobierno no lo va a hacer", declaró el responsable de las finanzas madrileñas, el líder de una concejalía de Hacienda de Madrid donde sobre todo hay presencia política de Izquierda Unida.

O lo que es lo mismo, a pesar de la ingente deuda que mantiene el ayuntamiento de Madrid por valor de 5.892 millones, el nuevo consistorio dominado por Podemos tiene la voluntad firme de no reducirla y priorizar el gasto social. Adiós al superávit que con tanto sudor y lágrimas obtuvo la regidora Ana Botella, cuya cifra se esperaba que ascendiese al entorno de los 700 millones de euros al cierre de 2015. Los planes de Mata no contemplan semejantes objetivos. La idea del edil de Ahora Madrid consiste en aumentar el gasto entre un 15 y un 20 por ciento, esto es, unos 200 millones de euros. Y ello subiendo los ingresos con nuevos impuestos en tan sólo 30 millones de euros. O sea, por mucho que engorde la recaudación fruto de la mejora de la economía, el nuevo consistorio se va a pulir buena parte de un superávit que por ley tiene que dedicar a reducir la deuda en tanto que ésta supere el cien por cien de sus ingresos como es el caso.

El nuevo titular de las arcas madrileñas se saltaría dos preceptos básicos de la ley de estabilidad aprobada a toda prisa y muy contestada por Podemos y por IU

Es más, tamaño incremento de los desembolsos también incumple la llamada regla de gasto, por la cual ninguna administración podrá elevar su presupuesto por encima de una tasa de crecimiento del PIB a medio plazo que el Ministerio de Economía cifra en el entorno del 2 por ciento. De modo que el nuevo titular de las arcas madrileñas se saltará dos preceptos básicos de la Ley de Estabilidad aprobada a toda prisa en medio de la crisis soberana de deuda y que ha sido muy censurada por Podemos y, lo que es más sorprendente, por el propio PSOE de Pedro Sánchez.

¿Y cuáles serían las consecuencias de ello? La Ley deja muy claro que cualquiera que incumpla la Ley de Estabilidad incurre en una infracción muy grave. Y la pena por esa falta se desglosa en el artículo 28 de la Ley de Transparencia: la destitución del cargo y su inhabilitación para las funciones públicas entre cinco y diez años. Ése es el castigo al que se enfrenta Mata de infringir la sacrosanta norma presupuestaria.

'A ver si se atreven'   

No obstante, en el Ministerio de Hacienda apuntan que por el momento ninguna administración ha llegado al extremo de contravenir abiertamente la Ley de Estabilidad. "Hasta ahora todo ha sido de boquilla. A ver si se atreven", comentan algunas fuentes cercanas al PP encantadas de que se genere este debate a las puertas de las generales.

Eso sí, Hacienda recuerda que el ayuntamiento tiene un pequeño margen para dedicar una parte de ese superávit a inversiones sostenibles.

Los técnicos de Ahora Madrid, por su parte, están convencidos de que se puede aumentar el gasto sin dejar de ser austeros. De hecho, insisten en que no van a incurrir en gastos suntuarios o superfluos, "como sí hizo el Partido Popular", lo que les permitirá aumentar el gasto social en un momento de apuros para los hogares. "Ya habrá tiempo de hablar sobre todo lo que gastó el Partido Popular en cargos a dedo", señaló el economista Sánchez Mato.

Los gastos de 2015 del ayuntamiento de Madrid se dividen de esta forma: destaca casi un 30% de gasto de personal, unos gastos y pasivos financieros que superan el 20% y gasto en bienes y servicios (el tildado como 'gasto social') que supera por poco el tercio del total. Este gasto social es el aspecto que quiere disparar Ahora Madrid a partir de este próximo año, y aunque insisten en que lo harán con criterios de austeridad, nadie en el Gobierno confía en que esto vaya a ser así.

En este gráfico puede verse la distribución del gasto en el consistorio madrileño.

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