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Economía

Las pruebas del algodón para Jordi Sevilla: estabilidad presupuestaria, reforma de las pensiones y mercado laboral

Pedro Sánchez junto a Jordi Sevilla, el pasado viernes.

Según fuentes socialistas, la primera tarea que tiene en sus manos Jordi Sevilla, la principal cabeza visible del equipo económico de Pedro Sánchez, consistirá en aclarar el grado de compromiso del PSOE con el proceso de consolidación fiscal comprometido con Bruselas. En un año, se ha oído de todo en las filas socialistas. Nada más ser elegido secretario general, Sánchez abrió la caja de los truenos al apostar por una reforma del artículo 135 de la Constitución que priorice las políticas de bienestar antes que la estabilidad presupuestaria. Él mismo votó este artículo como diputado socialista en agosto de 2011 y lo asumió como un error. El revuelo armado le obligó a matizar bastante su posición, hasta llegar a la etapa final: ahora es él mismo quien, en conversaciones con inversores extranjeros y agencias de rating, transmite el mensaje de que la consolidación fiscal pactada con Bruselas no se toca. Se acabó, pues, aquello de que “una votación anula a la otra”.

Pedro Sánchez ha pasado de denostar el principio de estabilidad presupuestaria a decir a los inversores que es su prioridad

Jordi Sevilla también ha dado muchas curvas sobre el particular, recuerdan las fuentes, y es algo que se demuestra en sus escritos. Un año antes de que Zapatero dejara el Gobierno, calificaba de “obsesión” jalear tanto la importancia de la estabilidad presupuestaria en España y en Europa y apuntaba que se estaba incurriendo en el mismo error en que cayó Gran Bretaña en 1929 con su decisión de mantener la libra en el patrón oro. Sevilla despreciaba entonces el objetivo de déficit del 3% marcado por Bruselas e insistía en que ni alcanzarlo en 2013 convertía a España en un país virtuoso, ni aplazarlo varios años más iba a suponer el fin del mundo.

Su visión de ahora, recién retornado a la brega política, es muy otra. Ya se ha encargado de advertir que el PSOE no va a dar miedo ni a empresas ni a inversores, que la primera línea del programa económico partirá del respeto a la estabilidad presupuestaria, la reducción del déficit y la deuda, aunque también ha abogado por cicatrizar las heridas generadas por la crisis mediante un fortalecimiento de los servicios públicos.

Pensiones: otras alternativas de financiación

El equipo económico del PSOE también deberá aclarar en pocos meses qué modelo ofrece para seguir garantizando el sistema público de pensiones, directamente vinculado a la estabilidad presupuestaria. Pedro Sánchez no se ha mojado todavía a fondo, mientras que Jordi Sevilla ha dejado algunas huellas de lo que propone mientras ocupó un cargo directivo en PriceWaterhouseCoopers. En su opinión, la reforma no debe de estar basada solo en las cotizaciones de los trabajadores en activo y tiene que vincularse más a la riqueza de España. No basta, a su juicio, con modificar de nuevo la edad de jubilación o las bases de cálculo, sino que hay que buscar alternativas de financiación. El objetivo sería llegar a un sistema que garantice estas prestaciones sin bajarlas y que no grave ni los sueldos de los trabajadores ni la competitividad de las empresas. Su tesis, más actualizada, es que hay que optar entre empobrecer a los pensionistas, abrir las puertas a las pensiones privadas o introducir nuevos recursos en el sistema. Estos principios estarían en la línea que hace unos días dibujó en el Congreso el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, partidario de complementar el modelo actual con ahorro privado si no se quiere aceptar una reducción inexorable de las pensiones a largo plazo.

El gasto en pensiones ha subido este mes de junio casi un 3%, alcanzando la cifra récord de 8.237 millones. En los Presupuestos de 2015, se han reservado para esta partida 119.000 millones de euros. Será uno de los ejes clave de la próxima campaña electoral, teniendo en cuenta que mueve más de nueve millones de votos y el PP empieza a deslizar que el sostenimiento de las pensiones puede estar en riesgo si se pone fin a la recuperación económica de la mano de una pinza entre el PSOE y Podemos.

Jordi Sevilla es partidario de complementar el sistema público de pensiones con el ahorro privado

Por último, Jordi Sevilla ha dejado patente que a una reforma legislativa del mercado laboral nunca puede atribuírsele la capacidad de crear empleo, pues solo acompaña a la marcha de la economía. En todo caso, rechaza el contrato único, pero apuesta por simplificar el abanico contractual limitándolo a los indefinidos, los de obra y servicio y los de prácticas. También parece dispuesto a pilotar la treceava reforma del Estatuto de los Trabajadores para conseguir las metas que hasta ahora no han alcanzado las últimas innovaciones legislativas: proteger el empleo, reducir la temporalidad, aumentar la adaptación de las empresas a condiciones cambiantes, todo ello con una apuesta genérica por el conocimiento, la ciencia, la innovación y el valor añadido. Pedro Sánchez ha prometido derogar la reforma laboral del PP, que tiene como referente troncal la que hizo Zapatero en 2011, pero Sevilla todavía no se ha pronunciado con detalle al respecto.

Fuentes socialistas reconocen la indefinición sobre algunos problemas clave y  concluyen que el principal desafío pasa por modernizar España. Lo lógico, añaden, es que si se ganan las próximas elecciones, aunque se gobierne con Podemos, se ofrezca un gran pacto de Estado para solucionar las graves lagunas estructurales que todavía castigan a la economía española.

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