Quantcast

Economía

Madrid espera a Adelson, mientras una lluvia de ERE sacude los parques temáticos

Imagen del Parque de Atracciones de Madrid, en la Casa de Campo.

No será un parque temático más, pero lo que está ocurriendo en Madrid puede dar una pista sobre la viabilidad de Eurovegas, si es que finalmente se hace. Mientras el Gobierno regional espera en vilo a que Sheldon G. Adelson se decida entre Alcorcón y Paracuellos para levantar su macrocomplejo –se trata de la segunda decisión que se retrasa tras las dudas del magnate entre Barcelona o Madrid, finalmente ganadora la última en septiembre-, los lugares que más se parecen a un complejo de ocio en la comunidad se preparan para un aluvión de despidos que los dejará al ralentí.

No tienen casinos ni cuentan con centros de convenciones, pero el Parque de Atracciones de Madrid y el Parque Warner planean fulminar a 134 trabajadores, 66 y 68 respectivamente. Parques Reunidos, propietaria de ambos, presentó la semana pasada sendos ERE, si bien algunas fuentes confirman que la presión de los trabajadores –que amenazan con una huelga de 14 días- ha hecho que la empresa se replantee los expedientes y ofrezca otra propuesta. Ayer mismo varios empleados del Parque de Atracciones se concentraron frente al Ayuntamiento de Madrid durante el Pleno municipal para protestar por su situación.

Salvando las distancias, la situación de los dos parques puede hacer que los promotores de otros dos futuros complejos de ocio como son Barcelona World, en Tarragona, y Paramount Park, en Murcia (un proyecto claramente estancado), se replanteen muchas cosas.

Una firma en expansión

Como recuerda el diario de la industria turística 02B, “los malos tiempos que azotan a los negocios de Parques Reunidos en España no han impedido que la compañía inicie proyectos en el extranjero. Este año ha adquirido el parque de Slagharen en Holanda y el Noah's Ark en Estados Unidos”. Por el segundo habría pagado 25 millones de dólares.

Abierto en 1969, el Parque de Atracciones de Madrid, situado en la Casa de Campo, no ha nadado precisamente en la abundancia en los últimos años. Uno de sus delegados sindicales recuerda que los trabajadores (214 personas: el expediente afecta a un 30%) han aceptado una caída de su masa salarial cercana al 25% (dos millones de euros) en el último trienio. “Por no hablar de que el parque arrojó beneficios de explotación en 2010 y 2011, o de la ingeniería contable que practica la empresa para justificar el ERE: resulta que la dirección ha pedido préstamos a otras firmas del grupo a un interés elevadísimo, por lo que la imputación de deuda que acarrea es enorme”, sostiene esta fuente.

Peor van las cosas para el Parque Warner, inaugurado a bombo y platillo en abril de 2002. Se trata del tercer ERE que padece la plantilla, que ha visto notablemente mermada su número de empleados: 420 actuales frente a los 900 que han llegado a operar en el complejo de San Martín de la Vega. Al igual que en el primero, “los trabajadores ya han hecho esfuerzos para conservar su puesto de trabajo”, comentó a las agencias la delegada sindical Begoña Muñoz (UGT).

Además de la expansión de Parques Reunidos, los sindicatos critican que los salarios y pluses de los directivos del grupo ascendieron a 2,3 millones de euros en 2011. 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.