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Economía

¿Por qué se va a desacelerar la economía el año que viene?

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El PIB pierde fuerza. Y lo seguirá haciendo en los próximos trimestres. Todos los analistas coinciden en este diagnóstico. Y también el propio Gobierno, que revisó hace dos semanas el cuadro macroeconómico oficial para dibujar un crecimiento del 2,3% en 2017. La cifra no está nada mal, pero se aleja de los pronósticos más optimistas del todavía ministro de Economía, Luis de Guindos, que ha asegurado en incontables ocasiones que el PIB crecería al 3% durante los próximos años.

Y se aleja también del cierre de este año, un ejercicio que acabará con un incremento del PIB próximo al 3%. ¿Qué hay detrás de esa desaceleración? Según el último informe del servicio de estudios de BBVA (BBVA Research), en el que rebaja cuatro décimas las expectativas de crecimiento para 2017, se trata de un cúmulo de factores externos e internos que van a hacer que la economía pierda inevitablemente parte de la fuerza que ha mostrado desde que se inició la recuperación. En Vozpópuli recuperamos los principales motivos.

-La economía americana. Según el banco, el decepcionante crecimiento del primer trimestre ha estado acompañado de una debilidad persistente de la inversión no residencial, por la incertidumbre asociada a las elecciones en noviembre y el bajo incremento de la productividad. Por eso, la recuperación sólo alcanzará tasas alrededor del 2% en 2016 y 2017, frente al 2,5% que se esperaba para ambos años hace tres meses.

La materialización de riesgos en Europa. Los indicadores apuntan a un comportamiento marginalmente mejor del previsto, pero las previsiones finalmente se van a tener que revisar a la baja por el resultado de la consulta sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, que tendrá efectos negativos sobre el PIB durante los próximos meses.

El Brexit. La decisión del pueblo británico reducirá el PIB español entre 3 y 4 décimas el año que viene. Los dos principales canales de transmisión serán el comercial y el financiero. En las comunidades autónomas el impacto variará entre 3 y 5 décimas según lo expuestas que están al Reino Unido. 

El precio del petróleo. El servicio de estudios estima que el precio repuntará a 44 y 53 dólares por barril en 2016 y 2017 en media anual, un 11% y 8% por encima de los valores estimados a principios de 2016. Así que seguirá favoreciendo el crecimiento, pero menos de lo esperado. En concreto, el impacto positivo podría ser de 6 décimas, la mitad de lo estimado hace seis meses.

- Los riesgos internos. La nueva cifra de déficit (4,6%) es creíble, pero las medidas anunciadas para cumplir con Bruselas van a hacer que el gasto público se ajuste en el segundo semestre, lo que lastrará la demanda interna. Además, BBVA Research cree que el consumo y la inversión siguen reflejando niveles difícilmente justificables por la evolución del empleo y los salarios y avisa de que el agotamiento de la demanda embalsada durante la crisis puede estar a punto de producirse. 

- La parálisis política. A pesar de que la economía ha resistido bien estos meses, la entidad presidida por Francisco González cree que podría estar restando casi un punto al crecimiento en 2016 y 2017. Por eso, BBVA sigue presionando a los políticos para que resuelvan la incertidumbre cuanto antes.

La demanda nacional y las exportaciones crecerán menos, pero se mantendrán saludables

A pesar de que todos estos factores harán que la economía pierda fuerza, la recuperación continuará. Y habrá también algunos factores, como la política del Banco Central Europeo (BCE), que seguirán contribuyendo a que así sea. Gracias a ellos, la demanda interna seguirá en positivo, aunque con menos ímpetu; el crecimiento de las exportaciones será menor, pero seguirá siendo saludable; y la recuperación del mercado de trabajo continuará, aunque los niveles registrados antes de la crisis sigan lejos.

De hecho, a pesar de que se crearán 800.000 empleos entre 2016 y 2017, al cierre del cuarto trimestre del año que viene la ocupación sería en torno a un 9% menor que a comienzos de 2008, mientras que la tasa de desempleo se situaría más de 9 puntos por encima de los niveles precrisis. Además, la evolución esperada de la actividad y del empleo equivalente a tiempo completo sugieren un repunte exiguo de la productividad aparente del factor trabajo hasta converger en 2017 a las cifras precrisis.

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