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Economía

Sorpresa positiva: comercio y sector privado vuelven a tirar tras el frenazo sufrido entre mayo y julio

El ministro de Economía, Luis de Guindos.

Tres de los principales indicadores de la actividad privada han dado una pequeña alegría al Gobierno después del frenazo experimentado entre mayo y julio, tal y como advirtió el Banco de España.

En su último boletín mensual, el servicio de estudios del Banco de España señalaba una ralentización del consumo privado y la demanda nacional entre mayo y agosto. La institución sita en el caserón de Cibeles se basaba en gran medida en la caída sufrida en julio en las ventas minoristas, las cuales retrocedieron un 0,2 por ciento en cifras anuales corregidas de estacionalidad.

Sin embargo, el INE publicó este lunes la actualización de las ventas de agosto. Y la sorpresa ha sido bastante positiva. Si bien el dato original es un descenso del 0,9 por ciento, la cifra desestacionalizada registra un incremento del 0,4 por ciento en términos anuales, el mejor aumento mensual desde agosto de 2012, justo cuando se adelantaron numerosas compras por la subida del IVA. O lo que es lo mismo, el comercio minorista volvió a repuntar levemente después del parón de junio y julio.

Y el otro parámetro que no tiene en cuenta el Banco de España al haberse publicado con posterioridad es la cifra de negocio empresarial, una de las estadísticas más importantes del INE porque contempla prácticamente la mitad del PIB con una periodicidad mensual. Este concepto incluye toda la industria y los servicios. O dicho de otro modo, todo el sector privado salvo la construcción y la producción pública. Pues bien, este registro experimentó un alza del 0,2 por ciento en julio impulsado por los servicios y el comercio pero lastrado por las industrias y el suministro de eléctrico y de agua.

Muchos economistas argumentan que el ritmo de expansión no puede durar y que se está creciendo por encima de la capacidad de la economía debido al final del ahorro preventivo

Además, las ventas interiores de las grandes empresas no financieras recogidas por la Agencia Tributaria crecieron en julio un 0,7 por ciento respecto al mismo mes del año anterior.

El pasado viernes, Luis de Guindos defendió que el tercer trimestre tendrá un comportamiento similar al del segundo, y estos datos confirmarían lo sostenido por el titular de Economía. No obstante, el debate está abierto después la ralentización sufrida en los últimos meses. Con toda lógica, muchos economistas argumentan que el ritmo de expansión no puede durar y que se está creciendo por encima de la capacidad de la economía debido al final del ahorro preventivo, un fenómeno que en los primeros meses del año ha disparado el consumo privado más allá de lo sostenible. En cambio, otros más cercanos al Gobierno esgrimen que se ha dado la vuelta al ciclo y que es normal que la demanda interna tire con un poquito más de fuerza.

En cualquier caso, en el fondo se trata de una discusión de matices, pues todos parecen coincidir que que hay una recuperación, pero que ésta será lenta y con poca fuerza a la espera de ver lo que sucede en Europa, donde el riesgo de estancamiento es evidente.

De hecho, la inflación conocida este lunes puede considerarse como uno de los mejores termómetros de la actividad. Y los precios descendieron un 0,2 por ciento en septiembre a tasas anuales, un guarismo que representa una mejora importante respecto a las caídas de julio y agosto, del 0,3 y 0,5 por ciento respectivamente. Sin embargo, ese 0,2 también se considera un preocupante reflejo de la escasa fuerza de la demanda y, por tanto, de una recuperación a todas luces insuficiente para corregir en un horizonte cercano todos los excesos generados de deuda y desempleo

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