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Economía

Justo un día después del fiasco de Buenos Aires, arrecian los informes favorables sobre la economía española

La candidatura madrileña para los Juegos Olímpicos de 2020 fue vapuleada de manera inmisericorde el pasado sábado y aparentemente, los principales motivos para su descalificación fue la complicada situación económica de España. Apenas unas horas después, entidades tan dispares como Morgan Stanley, Funcas o el Instituto Flores de Lemus revisaban al alza las previsiones de PIB para la economía doméstica.

El banco de inversión estadounidense, que lleva meses ya insistiendo en que España va a ser “la nueva Alemania de Europa”, publicaba ayer un amplio documento titulado “The new Spain”, en el que, de nuevo, alentaba grandes expectativas para nuestro país.

“La economía española parece lista para crecer de nuevo”. Morgan reconoce que hay tarea por hacer, pero “somos más favorables que el resto del mercado sobre la capacidad de España de diferenciarse de los países periféricos a medio plazo”.

Expansivos

Los americanos prevén un crecimiento del 1% para el ejercicio que viene, que tampoco es una cifra que permita la euforia, pero, además, por primera vez el indicador manufacturero PMI arrojaba una cifra superior a 50 en agosto (51,1, concretamente), gracias a las exportaciones. Una cifra por encima de 50 indica que la economía entra en fase expansiva. Es la primera vez que se supera dicho nivel desde abril de 2011, resaltaban en mayusculas desde Morgan a sus clientes.

Los más pesimistas, también

Mientras tanto, Funcas, habitualmente una de las instituciones más pesimistas con las previsiones de crecimiento, elevaba también sus expectativas para el ejercicio próximo. Y el Instituto Flores de Lemus afirmaba que “durante agosto se han conocido signos favorables sobre la economía española, entre los que destacan el comercio exterior, el turismo, la inversión en bienes de equipo, la industria o el mercado laboral”.

Eso les ha llevado a revisar al alza sus proyecciones de PIB, “aunque levemente”, ya persisten importantes lastres en el crecimiento, como “el desapalancamiento privado y los futuros esfuerzos de consolidación fiscal”. Este organismo anuncia un crecimiento del 0,3%, pero a finales del primer trimestre era mucho más pesimista, con una caída contemplada del 0,2%.

Sin duda, estos informes llegan demasiado tarde. No habrían servido para cambiar la opinión de los miembros del COI, que han dicho que España debe dedicar sus recursos económicos a "cosas más importantes que los Juegos". Pero si es cierto que vuelve el crecimiento, todavía quedaban por delante siete años para enderezar la situación. Quién sabe si en 2020 España estará como una moto. 

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