Quantcast

Economía

La herencia del PP: Montero ya tiene los 2.000 millones que costará bajar el IRPF

La herencia del PP: Montero ya tiene los 2.000 millones que costará bajar el IRPF

Tras meses de tramitación y negociaciones y con una moción de censura de por medio, los Presupuestos de 2018 finalmente han sido aprobados y empezarán a aplicarse en cuanto salgan publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Una de las medidas que contemplan es la bajada de IRPF a las rentas más bajas, que empezará a aplicarse, previsiblemente, en el mes de julio. Según los cálculos que hizo el anterior Ejecutivo en su momento, costará algo más de 2.000 millones, cifra que coincide con la mejora de la recaudación que está experimentando este impuesto en lo que va de año.

Y es que este jueves se publicó también el último informe de recaudación, que muestra cómo los ingresos impositivos están subiendo a un ritmo del 3,9%. Y casi toda la subida se debe al buen funcionamiento del IRPF estos meses, que está creciendo casi un 7%. Entre enero y mayo el IRPF ha ingresado 31.961 millones de euros, 2.050 millones más que en 2017. Es decir, que el extra de recaudación que ha conseguido este impuesto hasta mayo permitirá ya al nuevo Gobierno pagar la subida de IRPF que aún no ha entrado en vigor.

Por contextualizar, conviene recordar que la moción de censura salió adelante el 1 de junio, así que esta mejora del IRPF se produjo en los meses de este año en los que Cristóbal Montoro aún llevaba las riendas del Ministerio de Hacienda. También hay que tener en cuenta que, aunque el coste total de la medida es de algo más de 2.000 millones, en 2018 el Estado sólo dejará de ingresar unos 700 millones, puesto que la medida se aplicará desde julio.

Los beneficiarios tendrán que presentar la declaración de la renta de 2018 para recuperar lo pagado en la primera parte del año

¿Y qué pasa con lo que han ido pagando mes a mes desde enero? Los potenciales beneficiarios podrán recuperarlo si hacen la declaración de la renta del año 2018, que no se presentará hasta 2019. Aunque muchos pueden no darse cuenta porque la declaración no es obligatoria para las rentas inferiores a los 22.000 euros. 

Según los cálculos del Gobierno del PP, la rebaja fiscal beneficiará a 3,5 millones de contribuyentes, un millón de ellos, pensionistas. La rebaja consiste en un aumento del mínimo exento de tributación de 12.000 a 14.000 euros y una reducción del pago de las rentas hasta 18.000 euros. Además, incluye varias deducciones en la cuota, como la de gastos de guardería (1.000 euros anuales), por cónyuge con discapacidad (1.200 euros anuales) o por familia numerosa (se incrementa en 600 euros anuales por cada hijo que exceda el número establecido, con carácter general, a partir del cuarto hijo inclusive).

500 euros de ahorro

Esta misma semana, el Banco de España hizo pública una simulación sobre el cambio fiscal en el que rebajaba el número de beneficiarios a 3,1 millones de contribuyentes, que obtendrán aproximadamente una rebaja fiscal media de 500 euros. También rebajaba el coste total a 1.500 millones, pero su modelo de simulación no tiene en cuenta la nueva deducción por gastos de guardería y se basa en datos de rentas y sociodemográficos de 2014, algo desfasados.

En cualquier caso, lo cierto es que el IRPF es el impuesto que mejor está evolucionando en estos momentos al crecer cerca del 7%. El IVA crece solo un 3,5%, mientras que el año pasado por las mismas fechas registraba incrementos superiores al 8%. Sociedades está cayendo y los Impuestos Especiales, que están en el punto de mira del nuevo Gobierno, están estancados. 

La equiparación del diésel y la gasolina ya se da por hecho y acabaría elevando la recaudación en más de 2.000 millones al año

De hecho, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya confirmó el miércoles en el Congreso que revisará la fiscalidad medioambiental para alinearla con la de la Unión Europea. La subida del diésel se da ya por hecho. El PSOE dijo en su día que quería equiparar los tipos del gravamen del gasóleo y la gasolina de forma escalonada para conseguir 600 millones solo en 2018 y acabar mejorando la recaudación de esta figura en 2.140 millones al año. 

Y puede que vaya algo más lejos y diseñe nuevas figuras, puesto que, si comparamos los ingresos de tabaco y alcohol y de los impuestos medioambientales del año 2016, vemos que España recaudó casi 7.300 millones menos que la media ponderada de la UE-28. En concreto, ingresó 573 millones de euros de menos por tabaco y alcohol y 6.706 millones menos por impuestos medioambientales, según las cifras facilitadas por los técnicos de Hacienda, Gestha, a este periódico.

Las cifras evidencian que donde más espacio tiene España para mejorar sus ingresos es en los impuestos medioambientales, figuras que, según la definición europea, gravan la polución, el transporte, la energía o el uso de recursos naturales. De hecho, las instituciones europeas llevan años pidiendo a España que aumente la recaudación por esta vía. Parece que Montero va a recoger el guante.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.