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Economía

Merck liderará el mercado de los fármacos contra el VIH gracias a la ayuda de Trump

Merck liderará el mercado de los fármacos contra el VIH gracias a la ayuda de Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es proclive a hacer grandes anuncios con fines electorales, algo que hasta el momento, a pesar de la falta de resultados, ha demostrado ser rentable para el magnate neoyorquino convertido en ocupante de la Casa Blanca.

A principios de año, durante el discurso del Estado de la Unión, ante el Congreso Estadounidense, anunció la puesta en marcha de una campaña con la que pretende “erradicar” la epidemia de VIH que sufre Estados Unidos desde hace varias décadas. El mandatario afirmó que se ha marcado como objetivo acabar con el VIH en su país de cara a 2030, para lo cual quiere destinar un total de 291 millones de dólares para financiar el desarrollo de medicamentos y subvencionar los tratamientos.

Un presupuesto que de aceptarse, puede suponer un antes y un después en el mercado de los fármacos destinados a prevenir el virus VIH que provoca el SIDA, una enfermedad que afecta a más de 37 millones de personas en el mundo. 

De acuerdo con uno de los últimos informes de los analistas especializados en el mercado farmacéutico de Citigroup, a pesar de no ser una enfermedad nueva, se va a convertir en uno de los focos del sector más atractivos para los laboratorios en los próximos años. Según sus estimaciones, las ventas de medicamentos contra este virus podrían casi triplicarse en la próxima década, pasando de los 2.000 millones de dólares actuales a los 5.500 millones en 2030.

Oportunidad de negocio 

El anuncio de Trump, de llegar a realizarse, puede tener varios efectos: por un lado, beneficiar a miles de personas, en especial a algunas de las minorías y colectivos más afectados por la enfermedad, al mismo tiempo que supondrá una enorme oportunidad de negocio para los laboratorios farmacéuticos que tienen fármacos en desarrollo.

Y de acuerdo con los analistas de Citi, la compañía que más beneficio obtendrá de esta nueva campaña de lucha contra el virus del SIDA será Merck, uno de los gigantes farmacéuticos más importantes del mundo.

A día de hoy, los principales medicamentos disponibles para prevenir el VIH son los conocidos de manera colectiva como PreP (Profilaxis Preexposición) y aunque son una de las formas más efectivas de prevención a nivel mundial, su uso sigue siendo relativamente bajo.

A día de hoy, el único PreP disponible en el mercado es Truvada, un fármaco comercializado en exclusiva por los laboratorios estadounidense Gilead. Otro gigante del sector, que a ojos de los analistas de Citigroup, está a punto de perder el trono.

Si se toma a diario, una pastilla PrEP consigue reducir en más del 90% las posibilidades de contraer el virus que causa el Sida a través del sexo o en un 70% por el uso de agujas no esterilizadas o utilizadas por múltiples personas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).

Un tratamiento diario de Truvada cuesta unos 2.000 dólares al mes, lo que limita terriblemente el acceso a este fármaco a miles de personas a nivel mundial. De hecho, a pesar de que lleva comercializándose desde 2012 en Estados Unidos, todavía no es legal en España debido, entre otros motivos, por su alto coste.

La solución "la tiene Merck" 

Pero de acuerdo con los analistas de Citi, la solución está en camino, y viene de la mano de Merck. No obstante, el equipo de analistas ha señalado tres medicamentos que se encuentran en desarrollo como los siguientes actores protagonistas en la batalla por encontrar ‘la cura’ contra el VIH. Se trata del medicamento de Merck MK-859, el cabotegravir del ViiV Healthcare centrado en el VIH y el biofarmacéutico de Gilead GS-6207.

No obstante, según los analistas, el caballo ganador parece estar en manos de Merck. Esta misma semana, uno de sus últimos ensayos sobre el PreP que tienen en desarrollo ha logrado superar uno de los obstáculos más grandes de este tipo de fármacos: la ingesta diaria. Muchos pacientes tienen dificultades a la hora de ingerir la dosis diaria sin fallo.

Con el objetivo de solucionar esto, Merck está desarrollando un implante que, insertado tras la dermis en el brazo, irá segregando el fármaco de manera automática, sin necesidad de ingerir ninguna pastilla diariamente.

Según el informe de Citi, se estima que el fármaco-implante de Merck podría lanzarse al mercado por primera vez en 2023, mientras que el cabotegravir de Viiv Healthcare -propiedad de GSK y Pfizer- se adelantaría un año. Mientras tanto, Citi proyectó que el GS-6207 de Gilead llegará un año más tarde, en 2024. 

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