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Economía

Alemania pone a Draghi contra las cuerdas y consigue retrasar el plan de auxilio a España

Draghi cede a las presiones del Bundesbank

Alemania ha convertido su voto en veto. El Bundesbank fue el responsable de congelar el plan de Mario Draghi para rebajar las primas de riesgo de España e Italia durante “varias semanas”, según han confirmado a Vozpópuli fuentes del Banco de España. Serán las semanas que sirvan para establecer un mecanismo que obligue a los países que quieran que el BCE compre parte de su deuda a solicitarlo de manera explícita y a someterse a lo que se describen como “estrictas condiciones” que esos países deberán cumplir si quieren el apoyo del BCE.

Así se salda una tensa reunión del consejo de gobierno del BCE en la que el representante alemán, Jens Weidmann, acusó al Presidente Mario Draghi de haber planteado una propuesta que no había partido del consejo de gobierno y en la que llegó a cuestionar la legalidad de la compra de deuda soberana emitida por España e Italia, entre otros países. Weidmann llegó a asegurar que el BCE estaba “excediendo su mandato”. Pese a que esas compras se han hecho en el pasado (se suspendieron hace 20 semanas) el Presidente del BCE sólo pudo decepcionar a los mercados. Mario Draghi optó por resolver la situación encargando a los comités técnicos del banco que validaran su propuesta consistente en autorizar la compra de deuda soberana tanto de manera directa como a través de los vehículos que están sirviendo para rescatar a la banca (el ESM y el EFSF).

La única victoria de Draghi fue una declaración escrita en la que el Presidente del BCE reconocía que se está produciendo “un mal funcionamiento del proceso de creación de precios” y un “inaceptable nivel de prima de riesgo para algunos países”, según dijo en rueda de prensa.

 “España e Italia tienen a Draghi pero Alemania tiene al BCE”, afirman fuentes del banco central

Fuentes del banco central dan por seguro que el plan de Draghi saldrá adelante y que habrá compra de bonos en “las próximas semanas” pero admiten que ese retraso puede ser perjudicial para las primas de riesgo de los países periféricos. Es un escenario, afirman, en el que “España e Italia tienen a Draghi pero que Alemania tiene al BCE”. 

Las “reservas” de Alemania se traducen en condiciones para los demás

El plan de Draghi mantiene su definición original de permitir dos vías de financiación a los mercados:

  • En primer lugar, mediante la compra de deuda soberana directamente por parte del BCE
  • En segundo lugar, mediante la adjudicación de fondos al mecanismo que hoy sirve para articular los rescates bancarios de forma que ese instrumento pueda comprar también deuda de los Estados. Sin embargo, Draghi la ficha bancaria a ese instrumento no la debe dar el BCE sino los países que estén interesados en que el organismo actúe. Draghi pidió a los líderes políticos que otorguen esa licencia para lo que describió como “circunstancias de mercado excepcionales”.

Sin embargo, Alemania (apoyada por Finlandia y Holanda) introduce una importante novedad con respecto a compras pasadas, según reveló el propio BCE: a partir de ahora la compra de deuda soberana estará sujeta a “estricta condicionalidad” y sólo se concederá después de que los países interesados lo pidan. Eso significa que España e Italia tendrían que pedir un cuasi-rescate al Banco Central Europeo para conseguir la compra de sus títulos.

A partir de ahora, cada banco central de los distintos países podrá adoptar, además, “medidas adicionales” para facilitar la financiación tales como relajar las exigencias de colateral para prestar a los bancos o conceder líneas de crédito de más largo plazo a las entidades.

La decepción de los mercados

La situación de bloqueo en que se coloca al BCE y, sobre todo, el enésimo retraso en la toma de medidas ha provocado un desplome generalizado de unos mercados que ayer se desplomaron tras la rueda de prensa (el IBEX perdió un 5,16%, la segunda mayor caída del año) y en los que la prima de riesgo volvió a superar los 600 puntos. Con la cotización de los bonos de ayer, España habría pagado un 7,1% de interés por pedir dinero prestado e Italia un 6,24%. 

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