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Economía

MAFO quiere desahogarse en el Congreso y pide al PSOE que le facilite su presencia en julio

Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ante los periodistas.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez se siente humillado y tiene ganas de hablar. Y le ha pedido a la dirección del PSOE que le facilite una comparecencia en el Congreso, aunque tenga que explicarse en calidad de ex gobernador. Los socialistas están dispuestos a hacerle el favor y le han recomendado que sea en julio, cuando las cosas se calmen un poco y el supervisor tenga enderezado su nuevo ‘staff’. Pero la última palabra la tendrá el PP, que hasta ahora se ha mostrado poco favorable a que el Congreso sirva de colchón de lágrimas a un personaje por el que profesa nula simpatía.

El escenario sería la subcomisión encargada de seguir la evolución del FROB, la misma en la que hoy por la mañana comparecerá a puerta cerrada el todavía subgobernador del Banco de España, Francisco Javier Aríztegui, pocas horas antes de que el ministro Luis de Guindos anuncie formalmente el candidato del Gobierno a gobernador. MAFO se quiere despachar a gusto en el Congreso, pues se considera víctima de una campaña de difamación contra él promovida desde el propio Gobierno, donde se le responsabiliza del estado de shock que atenaza en estos momentos al sistema financiero.

Desde su última comparecencia parlamentaria, MAFO ha permanecido incomunicado entre los ampulosos muros del viejo edificio de la calle Alcalá

El todavía gobernador intentó comparecer en la Cámara Baja hace quince días, pero el PP frenó su iniciativa por considerar que no era el momento más adecuado. Optó entonces por llorarle sus penas al PSOE, al que se quejó de forma amarga del trato recibido por el actual equipo económico del Gobierno, pero también del aislamiento al que le han sometido los socialistas en los últimos meses. El aún gobernador dice estar convencido, además, de que gestionó la reforma del sistema financiero con prudencia y sin ruido, adelgazando el sector a solo 15 entidades. Opina, por añadidura, que el Ejecutivo ha entrado en Bankia como “un elefante en una cacharrería” abriendo un melón de consecuencias imprevisibles.

La última comparecencia de MAFO en el Congreso data del pasado 17 de abril y todos los grupos parlamentarios ajustaron cuentas con él, a pesar de que Alfredo Pérez Rubalcaba le recomendó a su portavoz, el ex ministro Valeriano Gómez, que aplicara un tono bajo en su intervención. Desde entonces, el gobernador ha permanecido enclaustrado en el viejo edificio de la calle Alcalá, prácticamente incomunicado entre sus ampulosos muros.

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