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Economía

Inesperado regalo de Bruselas: Rajoy no tendrá que hacer más ajustes hasta 2014

El comisario europeo Olli Rehn orquestó ayer una improvisada rueda de prensa para dar un espaldarazo definitivo a España y anunciar que el Gobierno de Rajoy no tendrá que tomar más medidas de ajuste hasta 2014.

La Comisión estima que España sólo logrará reducir el déficit hasta el 7 por ciento del PIB en 2012 y el 6 por ciento en 2013. Hasta ayer, ello implicaba que el Gabinete de Rajoy tenía que afrontar un ajuste adicional por valor de 23.000 millones para corregir esas cifras y dejarlas en el 6,3 por ciento comprometido para 2012 y el 4,5 por ciento de 2013. 

Pero ahora España gana todo un año de margen. Se acabaron los experimentos. Nos ahorramos una pequeña porción de sufrimiento. El mensaje implícito es que el país no se convertirá en otro campo de prueba de las políticas de austeridad que desembocan en un círculo vicioso de más caídas del PIB y, por lo tanto, más desviaciones del déficit para, al final, verse obligados a acometer nuevos recortes.

Bruselas ha valorado que España ha llevado a cabo un ajuste estructural del 5,25 por ciento del PIB en 2012, unos 50.000 millones, y del 2,25 para el 2013, unos 20.000 millones. Estos tijeretazos no tienen precedente en la historia de los países occidentales, máxime para una economía en recesión como la española.

Además, las autoridades europeas tienen muy en cuenta que nuestra economía ha mejorado su competitividad y, por lo tanto, sus exportaciones y su balanza por cuenta corriente.

En medio de una huelga general que corría el riesgo de desestabilizar la prima de riesgo española, Olli Rehn explicó que estaba satisfecho con las reformas llevadas a cabo. ¿Habrán influido unas manifestaciones que subrayan el hartazgo de la población por la austeridad impuesta en media Europa? 

La misma Alemania apoya ahora estas tesis con tal de que los españoles posterguen todo cuanto puedan la solicitud de rescate. Las elecciones de Merkel a finales de 2013 están resultando decisivas. Por no hablar del apoyo de François Hollande, cuya falta de fervor por las reformas lo coloca el siguiente en el punto de mira de los mercados tras Italia.  

En febrero, la Comisión se sentará con las autoridades españolas, examinará el grado de desviación en los Presupuestos y juntos discutirán las nuevas medidas para 2014.

De acuerdo con la nueva retórica imperante en Europa, España no cumple con el déficit simplemente porque la actividad ha caído mucho, disminuyendo drásticamente la recaudación y disparando los costes sociales y los intereses de la deuda. Por lo que en cuanto mejore la coyuntura, las cuentas cuadrarán.

Estudios recientes del FMI realizados durante esta Gran Recesión certifican que por cada recorte de un punto del PIB el crecimiento se resiente entre 0,9 y 1,7 puntos. Y los acuerdos del Consejo Europeo de junio ya apuntaban que no se contemplarían a la hora de calcular el déficit los efectos de una profundización del proceso recesivo.

Con todo, los presupuestos de 2013 serán restrictivos. Pero al menos el ministro Luis de Guindos ha conseguido el respaldo para las cuentas del titular de Hacienda Cristóbal Montoro. El país ya no tendrá que protagonizar una misión imposible para cerrar los agujeros. Aunque eso no evitará que Europa exija a España que continúe por la senda de las reformas estructurales… Eso sí, con bastante más margen y un poquito menos de sangre, sudor y lágrimas.

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