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Economía

El Gobierno cobijó a Echenique en Acuamed en la época de los amaños

Soraya Sáenz de Santamaría, junto a Leopoldo González-Echenique, cuando era presidente del ente RTVE.

Leopoldo González-Echenique dimitió de su cargo de presidente de Radio Televisión Española (RTVE) el 25 de septiembre de 2014. Mes y medio después, su amigo Federico Ramos de Armas, actual subsecretario de Presidencia y por entonces presidente de Acuamed, tiró de él y le contrató como abogado de cabecera en la empresa estatal de aguas.

A Echenique se le “encomendó el análisis de asuntos de alto interés estratégico, internacional y cuantitativo de una de las dos compañías públicas a través de las cuales el Ministerio de Medio Ambiente ejecuta y explota las infraestructuras hidráulicas públicas en España”, según figura en su perfil de LinkedIn.

Este abogado del Estado, compañero de promoción y hombre de confianza de la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, desembarcó en Acuamed cuando la trama corrupta liderada por el director general de la empresa, Arcadio Mateo, estaba en pleno apogeo, según las investigaciones que precisamente comenzaron en septiembre de 2014.

En los cinco meses en los que Echenique estuvo a sueldo de Acuamed la trama desarrolló sus actividades delictivas, mientras Anticorrupción ya les investigaba 

Echenique sólo estuvo prestando servicios a la compañía cinco meses, dado que el 20 de marzo fue fichado por la empresa de servicios de consultoría Everis.

Durante esos meses, la trama montada para amañar e inflar contratos con gigantes como FCC, Acciona y Abengoa desarrollaba con impunidad su actividad delictiva, pero tras ellos ya estaba la Fiscalía Anticorrupción, que comenzó a investigar tras la denuncia presentada por el director de Ingeniería y Obras, Francisco Valiente.

Éste acudió a la Fiscalía después de ser despedido por orden de Ramos de Armas y su mano derecha, Arcadio Mateo, que abortaron en seco la posibilidad de abrir una investigación interna sobre las irregularidades que detectó Valiente. Su requerimiento notarial denunciando las actividades ilícitas llegó al consejo, pero se archivó. Automáticamente, la cúpula de la sociedad pública activó el despido por supuesta “pérdida de confianza” y Valiente acudió varios meses después a Anticorrupción.

La presencia de altos cargos ligados a la vicepresidenta del Gobierno en funciones como su actual número tres o el propio Echenique en Acuamed está salpicando a Moncloa, desde donde se mantiene mutismo absoluto al respecto.

Algunos testigos de la investigación sitúan al actual subsecretario de Presidencia en las reuniones en las que se pactaron las comisiones a pagar por FCC por la adjudicación de contratos.

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