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Economía

Iberdrola retrasa un año la puesta en servicio de su gran parque de eólica marina en EEUU

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán

Iberdrola sigue adelante con su apuesta por la eólica marina aunque los contratiempos de su gran proyecto en este ámbito en EEUU provocarán que su entrada en servicio se retrase al menos un año. El parque Vineyard, con una potencia instalada de 800 megawatios (MW), no entrará en servicio hasta finales de 2022 o comienzos de 2023, cuando el calendario previsto apuntaba a los últimos meses de 2021 como fecha de entrada en operación.

Durante la conferencia con analistas tras la presentación de sus resultados correspondientes al tercer trimestre, la eléctrica que preside Ignacio Galán aseguró que continuará con el proyecto, que contempla una inversión total en el entorno de los 2.400 millones de euros y fijó las posibles fechas de entrada en servicio aunque no habló de retrasos.

La compañía se encuentra en la actualidad pendiente de una serie de trámites relacionados con los permisos por parte de las autoridades locales. El departamento federal encargado de la gestión de la energía eólica marina está llevando a cabo nuevas evaluaciones del proyecto para comprobar sus diferentes impactos medioambientales así como la planificación energética del país.

Iberdrola participa en el proyecto a través de su filial estadounidense Avangrid, que controla al 81%. La compañía norteamericana posee un 50% de la promotora Vineyard Wind, adjudicataria del desarrollo, y también participada por la danesa Copenhaguen Infrastructures Partners. Los trabajos de Vineyard Wind se iniciaron en 2016 y dos años después obtuvieron las autorizaciones del Estado de Massachussets, al que pertenecen las aguas donde se levantará el parque para iniciar el proyecto.

Fuera del plan estratégico

No obstante, el gran proyecto de eólica marina de Iberdrola tendrá que esperar. La compañía está a la espera de conocer determinados ajustes de tipo técnico que tendrá que realizar para adecuarse a la normativa pesquera de la zona, que podría verse afectada por la instalación del parque. De esta forma, todo apunta a que el parque de Vineyard no podrá empezar a generar ingresos antes de que finalice el vigente plan estratégico de Iberdrola, en 2022, que prevé un notable crecimiento de la cartera de la eléctrica en esta tecnología.

Precisamente, Iberdrola procederá durante los próximos meses a la revisión de este plan, cuyos detalles presentará al mercado el próximo mes de mayo. En la conferencia con analistas, el presidente de la compañía ha avanzado que se acelerarán las inversiones y se actualizará el plan, cuyo desarrollo está siendo más rápido de lo previsto.

De hecho, la eléctrica ha señalado en una nota informativa sobre las cuentas del tercer trimestre que ya ha alcanzado el objetivo de ingresar 3.500 millones de euros procedentes de la rotación de activos, especialmente tras la venta de plantas de generación tradicional en Reino Unido y de un porcentaje de otro de sus proyectos de eólica marina, el East Anglia One, en las costas del Mar del Norte.

Iberdrola ya revisó a inicios del presente año sus objetivos de inversión para el conjunto del plan, que pasaron de 32.000 a 34.000 millones de euros, principalmente debido al refuerzo de la apuesta por el desarrollo de las renovables en España tras conocerse los detalles del borrador del Plan de Energía y Clima que el Gobierno remitió a Bruselas en las primeras semanas de 2019.

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