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Economía

Ibercaja tantea a inversores internacionales para reforzarse ante su salida a Bolsa

Banco Ibercaja.

Cuenta atrás para la salida a Bolsa de Ibercaja. La entidad tiene hasta finales de 2020 para salir a las tablas y parece que están decididos a apurar al máximo los plazos. Fuentes financieras consultadas por este medio aseguran que el calendario de Ibercaja estaba supeditado a una eventual subida de tipos, que por lo que se ha comprobado no sucederá, al menos, hasta 2020, con lo que la entidad tendrá que buscar otros mecanismos para que su toque de campana no sea perjudicial para los accionistas.

Una de las fórmulas que ya se planteó fue la entrada de dos inversores antes de la OPV para reforzar capital. Se intentó en 2015 pero sin éxito. Ahora, el banco quiere volver a intentar esta estrategia pero de forma paralela. Es decir, que se quieren asegurar la entrada, de al menos, dos private equity con participaciones importantes a la hora de salir a Bolsa, lo que reforzaría capital y suavizaría el proceso. 

El presidente de Ibercaja, José Luis Aguirre, ha estado recientemente de viaje por Londres y más ciudades para testar al mercado y el ambiente ante su salida a Bolsa. También aprovechó para hacer un poco de prospección con alguno de estos 'players'. Estas visita suelen ser rutinarias en el banco, ya que cuentan con una cantidad elevada de bonos en el mercado. 

Una fusión

Para Ibercaja salir a bolsa a precios bajísimo es un menoscabo, según las fuentes consultadas. Esto es algo normal, puesto que ninguna empresa quiere malvenderse, pero sí es cierto que para una entidad con la filosofía de las antiguas cajas, una OPV no es el mejor escenario. De hecho, el proceso de salir a Bolsa se realizará porque es de carácter obligatorio. 

Otra opción que baraja el mercado, aunque no quiere decir que esté en la hoja de ruta de Ibercaja, es una eventual fusión tras el fiasco de Unicaja y Liberbank. Cabe destacar que con esta última ya se intentó una fusión que salió frustrada. Pero también es cierto que por ese entonces, Ibercaja no tenía la presión de salir a Bolsa, o al menos tan cerca. 

Una opción viable sería la unión con Unicaja. Es evidente que los andaluces necesitan fusionarse con alguna entidad para seguir creciendo. Su tamaño aún es muy pequeño para lograr sobrevivir en el largo plazo. Sobre todo, por las exigencias de capital que vienen del BCE, que llevan, sin duda alguna, a un proceso de más fusiones entre bancos. 

Esta unión también sería una manera de dulcificar la salida a Bolsa de Ibercaja, porque se ahorraría el trámite al integrarse en una cotizada. No obstante, por número de activos, es evidente que la entidad dominante sería Unicaja, lo que terminaría por diluir significativamente a Ibercaja. Y eso es precisamente lo que no quiere la junta.

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