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Economía

Ibercaja afronta su salida a Bolsa con el peor escenario posible

Banco Ibercaja.

Ibercaja ya va a contrarreloj. A la entidad aragonesa se le echa el tiempo encima y la situación actual de España no parece que vaya a favorecer a que se abra una ventana para su obligada salida a Bolsa en 2020. El banco ya ha realizado todos los trámites regulatorios y el folleto está prácticamente finiquitado, sólo a falta de ciertas pinceladas de última hora, pero le falta encontrar el momento adecuado, que parece que no va a llegar nunca. 

La operación no se puede retrasar más porque la Ley de Cajas obliga a la Fundación Bancaria Ibercaja, que ahora controla un 87,8% de la entidad, a reducir su participación a menos de la mitad. No obstante, el banco podría pedir una prórroga como ya lo ha hecho Bankia, pero para conseguirla tendría que conseguir el sí del Congreso, y tal y como está configurada la política actual, parece un movimiento un tanto arriesgado que la entidad prefiere evitar, aunque no se descarta. 

Y es que no es sólo la situación política lo que afecta a la OPV de la entidad aragonesa. En cuanto a negocio, el banco se enfrenta a paradigma bastante complicado. El Euríbor está por los suelos, en el -0,26%, y los tipos no parece que vayan a subir este año. A esto hay que sumar la sequía de la Bolsa española. En 2019 no se realizó ningún toque de campana en el mercado continuo. Los antecedentes tampoco ayudan y las cotizaciones de sus comparables -Unicaja y liberbank-, tampoco.

Todo listo 

El banco ha contratado a Rotschild como asesor independiente y Morgan Stanley y JPMorgan actúan como coordinadores globales de la oferta. Bank of America Merrill Lynch y UBS serán los encargados de colocar los títulos. 

Fuentes financieras consultadas por Vozpópuli aseguran que el calendario de Ibercaja estaba supeditado a una eventual subida de tipos que no sucederá, con lo que la entidad tendrá que buscar otros mecanismos para que su toque de campana no sea perjudicial para los accionistas.

El calendario de Ibercaja estaba supeditado a una eventual subida de tipos que no sucederá

Una de las fórmulas que ya se planteó fue la entrada de dos inversores antes de la OPV para reforzar capital. Se intentó en 2015 pero sin éxito. Para Ibercaja salir a Bolsa a precios bajísimos es un menoscabo, según las fuentes consultadas. Esto es algo normal, puesto que ninguna empresa quiere malvenderse.

Otra opción que baraja el mercado, aunque no quiere decir que esté en la hoja de ruta de Ibercaja, es una eventual fusión tras el fiasco de Unicaja y Liberbank. Cabe destacar que con esta última ya se intentó una fusión que salió frustrada. Pero también es cierto que por ese entonces, Ibercaja no tenía la presión de salir a Bolsa, o al menos tan cerca. 

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