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Economía

Las grandes superficies aprovechan la subida del IVA para redondear al alza los precios

Las grandes superficies han aprovechado la subida del IVA para redondear precios al alza. Y este fenómeno se ha notado en especial en las marcas blancas. Al comienzo de la crisis, esta gama se empleó con muy buen resultado como gancho entre los consumidores. Y una vez fidelizados, buena parte de las empresas ha decidido encarecer estos productos.

Por ejemplo, un pack de tres latas de atún en aceite de girasol que en el primer semestre del año se adquiría por 1,29 euros, ahora cuesta alrededor de 1,60 euros. Un bote de gel de 750 cl. por el que se abonaba 99 céntimos antes del incremento del IVA, en la actualidad se ha disparado hasta los 1,20 euros. El aceite de girasol ha saltado desde los 1,19 euros hasta los 1,29 euros. Los colines se encarecen desde los 80 céntimos a 85. Usted también puede salir a la calle, comprobar la incidencia del IVA, operar la cuenta matemática correspondiente a cada producto y completar esta lista.

"Numerosos consumidores nos están trasladando, y es un clamor en las redes sociales, que hay grandes empresas que acaban de incrementar los precios de muchos productos", señala Rubén Sánchez, portavoz de la asociación de consumidores FACUA.

La OCU, el otro gran colectivo de consumidores en España, ha realizado un apresurado sondeo para verificar la repercusión del Impuesto sobre el Valor Añadido en la cesta de la compra. “Los datos indican que, en la cesta de envasados, todos los establecimientos subieron precios, excepto El Corte Inglés, Supercor e Hipercor, que incluso los bajaron”, aseguran en la OCU. “En la cesta económica, las subidas han sido por encima del 2%, llegando a superar los 6 puntos en el caso de Carrefour y Eroski”.

Y algunos productos de primera necesidad subieron espectacularmente, como los huevos, por motivos ajenos al IVA y a los empresarios: “Una nueva normativa obliga a aumentar el espacio vital de las gallinas ponedoras”, explican en la OCU, “lo que se ha traducido en un incremento bárbaro”.

“El ciudadano tiene que aprender a medir lo que compra”, insisten en esta organización. “Fíjese que tontería. Una bolsa de patatas que valía 1,05 euros y ahora cuesta 1,10 euros. El incremento rebasa el 4%. El redondeo hacia arriba es más que una evidencia. Y lo peor es que todos estamos siendo testigos de ello”.

Un informe de Comisiones Obreras publicado esta semana carga contra muchos sectores empresariales por haber añadido un plus al IVA: “Esta decisión refleja con claridad la falta de implicación de algunos empresarios españoles en la solución a la crisis. El control de precios es un elemento básico para recuperar competitividad y crear empleo pero también para limitar el sufrimiento de las personas en peor situación”.

El transporte debió de haber subido de media un 2% (del 8% al 10%) y lo hizo un 7%. La vivienda se encareció también un 7% debido al gas, la electricidad (que pasan del 18 al 21% de IVA) y el agua (del 8 al 10% de IVA). Las cargas sobre la ropa debieron pasar del 18% al 21%, pero escalaron por encima del 4%.

El Gobierno esperaba que con la crisis buena parte de la subida del IVA la absorbiesen las empresas. Pero esto por lo general no ha sido así. Según el Instituto Flores de Lemus en su Boletín de Inflación y Análisis Macroeconómico, las compañías han trasladado de media un 41% del impacto a los precios.

La tasa anual del IPC se sitúa en el 3,4% en septiembre, siete décimas más que en agosto. En la cifra armonizada, la inflación sube ocho décimas para colocarse en el 3,5% frente al 2,7% de la zona euro. De acuerdo a los cálculos del Instituto Flores de Lemus, de no haberse aplicado el incremento del IVA la inflación se ubicaría en el 2,5%.

El think tank Fedea argumentaba hace escasos días que parece injustificable que España, Italia y Portugal sufran una inflación superior o similar a la media europea pese a la peor recesión que padecen. Se trata de sectores cautivos que son capaces de trasladar todo al consumidor. “Esto es una anomalía que daña nuestra productividad”, sostiene Michele Boldrin, director de Fedea.

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