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Economía

Fracasa el IVA de caja: sólo un 6% de las empresas se han podido acoger a no adelantar el IVA

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el consejo de ministros

La letra pequeña de Hacienda ha matado la gran medida del Gobierno: la de que las empresas no tendrían que adelantar más el IVA hasta que lo cobraran. La medida estrella de la Ley de Emprendedores que aprobó el Ejecutivo pretendía evitar que las pequeñas y medianas empresas pagaran por lo que todavía no habían cobrado. Pero la batería de requisitos que se ha establecido y la maraña burocrática a que obliga ha terminado porovocando que muy pocas pymes se acojan al nuevo régimen. Tan pocas que la Agencia Tributaria prorrogó el plazo para acogerse al nuevo sistema tres meses más. Transcurrida esa prórroga, la medida sigue haciendo aguas.

Las grandes empresas comunican a sus proveedores que si se acogen al IVA de caja dejarán de ser contratadas, denuncia la PMcM

Según los datos proporcionados por la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM) apenas un 40% de las empresas cumplen finalmente los requisitos necesarios para acogerse al nuevo sistema y, de ellas, apenas un 15% se han acogido a él. Eso significa que, en total, sólo 6 de cada 100 pymes españolas se acogen al nuevo sistema del IVA de caja. El 94% restante seguirá recaudando y adelantando el IVA tal y como ha hecho hasta ahora.

Según la PMcM, muchas grandes compañías están comunicando a las pymes que les sirven de proveedores que si se acogían al nuevo sistema de IVA de caja dejarían de ser contratadas, "para así optar por aquellos proveedores con los que pueden deducirse el IVA sin haber pagado".

Muy lejos de los 2 millones de beneficiados

Cuando el Gobierno anunció la medida, cifró a los beneficiados por la medida en 1,3 millones de personas y otro millón de pymes.

Las cifras actuales quedan muy lejos de esa cantidad. De los tres millones de autónomos que existen en España, apenas medio millón han optado por esa esa fórmula y, según los datos de PMcM, de las 3.191.416, menos de 200.000 habrían podido optar por la fórmula del IVA de caja. 

Restricciones de entrada y salida

La medida estrella de la Ley de emprendedores estableció restricciones de entrada a las empresas que quisieron acogerse a ella: sólo era válida para pymes cuyo volumen de negocio no superara los 2 millones de euros y que, además, no realizaran cobros en efectivo respecto de un mismo destinatario durante el año natural anterior de más de 100.000 euros.

Pero, además, la letra pequeña de la norma fijaba una cortapisa de salida: la renuncia al régimen de IVA de caja obligaba a mantenerse fuera de él durante los próximos tres años. Por ese motivo, aseguran los asesores fiscales consultados, muchas compañías han preferido no servir de pioneras hasta ver cómo funciona la administración del nuevo régimen.

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