Publicado: 20/02/2018 05:15
El Gobierno se ha quitado la 'espina' que tenía clavada desde 2012. España ha recuperado un cargo de relevancia en las instituciones europeas después de que se perdiera el puesto en el Comité Ejecutivo del BCE, cuando expiró el mandato de José Manuel González-Páramo.
No obstante, el aún ministro de Economía tiene que pasar por varios 'trámites' que podrían embarrar su meteórico ascenso a Fráncfort.
Este martes, el consejo de ministros de Economía de la Unión Europea (Ecofin) tendrá que adoptar formalmente la decisión y el próximo lunes 26 la Eurocámara organizará una audiencia pública al candidato.
Guindos sustituirá en el comité ejecutivo de la institución emisora y supervisora de la banca de la eurozona al portugués Vítor Constancio, cuyo mandato termina el 31 de mayo. A partir del día siguiente, el español pasará a ocupar dicho puesto durante ocho años no renovables.
El momento más 'tenso' se vivirá cuando el consejo de gobernadores del BCE expongan su opinión, ya que algunos gobernadores habían pensado emitir un voto negativo a la candidatura del español, ya que querían evitar a toda costa la entrada de un político al BCE, tal y como ha podido saber este medio. No obstante, esta institución nunca se ha opuesto a un nombramiento y hasta la fecha siempre ha optado por mostrarse sin objeciones. Además, dando por hecho que Guindos va a llegar al banco central, manchar su nombre sería hacerlo indirectamente a la institución.
La siguiente fecha a tener en cuenta será en marzo. Entre el 12 y el 15 de ese mes se realizará el voto consultivo del Pleno del Parlamento Europeo
Entre los más discordantes ha resonado la opinión italiana, que hasta el último momento han mantenido su voto oculto y se ha mostrado a favor de la separación de poderes.
La siguiente fecha a tener en cuenta será en marzo. Entre el 12 y el 15 de ese mes se realizará el voto consultivo del Pleno del Parlamento Europeo.
Cabe destacar que ninguno de los veredictos serán vinculantes por lo que no podrán vetar el nombramiento, que deberá ser confirmado por los jefes de Estado y de Gobierno en la Unión Europea (UE) en la cumbre que se celebrará los próximos 22 y 23 de marzo.
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