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Economía

Google y Amazon presionan a Sánchez por carta: el impuesto digital recaudará tres veces menos

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno

La patronal mundial de las tecnológicas, CCIA (Computer and Communications Industry Association, Asociación de la Industria de la Computación y las Comunicaciones por sus siglas en castellano), formada entre otros por gigantes tecnológicos como Google, Amazon, eBay, Intel o Samsung o Facebook, ha enviado una carta al Gobierno español advirtiendo de lo que supondrá la aprobación de la Tasa de Servicios Digitales (DST).

A pesar de que países como Alemania o Francia pretenden retrasar la también llamada Tasa Google al no haber consenso dentro de la Unión Europea (UE), España sigue adelante con su plan de aprobar el impuesto lo antes posible.

La carta, a la que ha tenido acceso este medio, manifiesta que "las empresas digitales no pagan menos impuestos de los que deben. La UE hace referencia a simulaciones que muestran un menor tipo impositivo teórico para las empresas digitales que para las empresas promedio (tipo efectivo). El cálculo se guía en gran medida por empresas digitales con un porcentaje de gasto en I+D superiores a la media, lo que se aplicaría también a otros sectores, como el de los productos farmacéuticos. Sin embargo, en sectores con alta demanda de I+D, las empresas dependen mucho más de la financiación mediante emisión de acciones, lo que tiende a aumentar el tipo impositivo efectivo real", explican los documentos que obran en poder del Gobierno español.

Un escenario con la Tasa Google en vigor supondrá subidas de precio para el cliente

En la misiva la patronal internacional de las tecnológicas asegura que la tasa impactará de forma negativa en la economía, y lo explica en cuatro puntos:

  • Las plataformas digitales perderán cuota de mercado respecto a las no digitales.
  • Las plataformas obligadas a pagar el impuesto (aquellas con más de 750 millones de facturación global y más de tres millones de ingresos en su lugar de origen) perderán cuota de mercado frente a las que no deban pagarlo.
  • Los usuarios, especialmente las pymes y autónomos, perderán cuota de mercado en favor de otras pymes que no utilicen plataformas como Amazon o Google.
  • Los exportadores europeos perderán cuota de mercado frente a los competidores de fuera de la Unión Europea.
  • Las empresas obligadas a pagar el impuesto perderán cuota de mercado respecto a las que no lo tengan que pagar.

Tras dar a conocer esta serie de puntos, el documento que obra en poder del Gobierno augura una recaudación de impuestos mucho menor de la estimada por Bruselas.

Las estimaciones de Bruselas auguran una recaudación anual de 5.000 millones de euros, mientras las tecnológicas estiman en 1.800 millones la cifra final

"Si consideramos los efectos dinámicos estándar, los costes de conformidad y una pérdida de ingresos de entre el 10% o el 40% como consecuencia de las cinco situaciones identificadas en este estudio, obtenemos un ingreso de tan solo 1.800 millones de euros, hasta un 59% menor respecto a las estimaciones de la Comisión. Además, el abandono de la UE por parte de Reino Unido disminuirá también, sustancialmente, los ingresos".

Hay que recordar que las estimaciones manejadas por Bruselas fijan la recaudación de impuestos en 5.000 millones de euros. De cumplirse las estimaciones de la CCIA el montante se dividiría casi por tres.

Subidas de precio para el usuario

La CCIA también ha alertado de que un escenario con la Tasa Google en vigor supondrá subidas de precio para el cliente. "Las empresas con pérdidas o márgenes bajos se verán empujadas a repercutir los costes a sus clientes, o a cerrar", explica el documento.

"Habiendo examinado los argumentos a favor del impuesto DST, sus efectos perturbadores, los efectos
sobre las pymes y los consumidores europeos, así como la previsión de ingresos, no observamos pruebas ni
argumentos económicos que respalden la implantación del impuesto DST. Resulta ilógico que la UE deba imponer una tasa que afecta a toda la cadena de valor que se beneficia de las actividades digitales, especialmente a las empresas y consumidores europeos, y que pone en peligro la transformación digital de Europa", concluye la misiva.

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