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Economía

El Gobierno vende a los inversores la senda de déficit que sigue bloqueada en España

Nadia Calviño.

Este martes el Congreso debate si toma o no en consideración la proposición de ley presentada para cambiar la Ley de Estabilidad e impedir el veto irreversible del Senado a la senda del déficit. Hoy por hoy, la senda sigue bloqueada. Pero parece que al Gobierno no le importa mucho, puesto que vende a los inversores la nueva senda que acordó con Bruselas al poco de llegar al poder.

En la última presentación del Tesoro el Gobierno incluye esta nueva senda, que pasa por bajar el déficit desde el 2,7% que se espera en 2018 al 1,8% en 2019, el 1,1% en 2020 y el 0,4% en 2021. Esta senda no es una realidad en estos momentos, sigue vigente la última aprobada por Mariano Rajoy, que pasa por dejar el déficit en el 1,3%, 0,5% en 2020 y superávit en 2021.

La presentación normalmente se actualiza cada mes o cada dos meses. En esta ocasión tiene fecha de septiembre, así que es reciente. Es el documento que se suele presentar a los inversores en los viajes al extranjero que hacen los miembros del gobierno de turno para vender las bondades de la economía española.

Estadística Tesoro

Refresquemos un poco la memoria. El equipo de Sánchez negoció con Bruselas los nuevos objetivos de estabilidad al poco de llegar al poder. Para ellos, la senda que se había marcado el PP era irreal y demasiado ambiciosa, sobre todo teniendo en cuenta que el déficit se desviará cinco décimas este año y acabará en el 2,7%, una cifra que sigue siendo muy elevada.

El Gobierno no ha sido capaz de convertir su senda en realidad en España, a pesar de que supone un alivio de unos 6.000 millones

Por eso, propuso a las autoridades comunitarias dejar el déficit en el 1,8% en 2019, el 1,1% en 2020 y el 0,4% en 2021, unas cifras que daban un buen respiro al Ejecutivo español. Y parece que Bruselas aceptó, al menos eso sostiene el Gobierno. Pero el equipo de Sánchez no ha podido convertir esas cifras en una realidad en España. La oposición no se lo ha permitido.

El Congreso tumbó la senda de Sánchez a finales de julio y obligó al Gobierno a presentar una nueva en el plazo de un mes. El Ejecutivo presentó la misma en agosto, pero no llegó a llevarla al Congreso para evitar otro rechazo. Se sentó a negociar y pactar con Podemos una reforma de la Ley de Estabilidad que impidiera al PP vetar los objetivos en el Senado, donde tiene mayoría absoluta. Y  en esas anda en estos momentos. 

Aunque el PP y Ciudadanos siguen poniendo piedras en el camino, el Congreso debate por fin mañana si toma o no en consideración la proposición de ley que salió de las negociaciones para reformar la norma. La firmaron PSOE, Unidos Podemos, Esquerra Republicana y Compromís. Con el previsible apoyo de PDeCAT y PNV, es muy probable que salga adelante.

¿Tramitación rápida?

También este martes, la Mesa de la Cámara recibirá el escrito de reconsideración que han presentado los promotores de la iniciativa, acompañados del PNV, para que el órgano de gobierno permita que sea el Pleno el que decida sobre la tramitación exprés que vetaron PP y Ciudadanos hace solo unas semanas

La urgencia implica acortar los plazos a la mitad y la lectura única, solventar todos los debates en un Pleno del Congreso, sin pasar por ponencia ni comisión. PP y Ciudadanos bloquearon el primer intento de tramitación rápida y es posible que vuelvan a hacerlo. Eso sí, el Gobierno ya ha dejado claro que no dejará de elaborar y negociar sus Presupuestos a pesar del bloqueo.

El hecho de que Sánchez mantenga sus cifras en la presentación del Tesoro demuestra que quiere intentar sacar adelante la legislatura

El propio presidente, Pedro Sánchez, repitió este lunes que presentará las cuentas a finales de noviembre o principios de diciembre haya o no objetivos de estabilidad. Eso sí, también aprovechó para pedir a los grupos parlamentarios altura de miras para aprobar la senda de déficit, que proporcionará recursos necesarios para las comunidades autónomas y la Seguridad Social.

El hecho de que incluya sus propios objetivos de estabilidad en la presentación del Tesoro y no los oficiales, demuestra que Pedro Sánchez tiene intención de intentar sacar adelante sus cuentas y la legislatura. Otra cosa es que lo consiga. No hay que olvidar que el PSOE tiene solo 84 diputados y que le costará sangre, sudor y lágrimas sacar adelante cada iniciativa.

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