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Economía

¿Qué está pasando en Globalia? El incierto futuro de las maniobras de Javier Hidalgo

Javier Hidalgo.

Javier Hidalgo ha puesto 'patas arriba' la empresa familiar Globalia en menos de un mes. Primero, con la venta de Air Europa a Iberia, su negocio más rentable y con el que conseguía el 52% de los ingresos del grupo. Ahora, apenas unas semanas después, ha acordado con Barceló la fusión de sus divisiones de viajes minoristas y mayoristas -Viajes Halcón, Ecuador y Travelplan- a través de una sociedad independiente en la que su participación se reducirá al 50%. 

De hacerse efectivas ambas operaciones, en las entrañas de la compañía que fundó su padre en 1971, Juan José Hidalgo, apenas quedará un 10% de lo que hay hoy: la cadena hotelera Be Live, con 34 hoteles abiertos, y el servicio de handling, que conservará tras la venta de la joya de la corona, Air Europa, a su principal competidora en España, Iberia, por 1.000 millones de euros. Apostará por un negocio nuevo, el ferroviario, con su entrada en el AVE a través de una alianza con Talgo y Trilantic. 

Según las estimaciones realizadas por este medio, Air Europa tendría un valor en Bolsa que rondaría los 345 millones de euros; una cifra calculada tomando como referencia la cotización de las principales aerolíneas europeas (Ryanair, Easyjet, Air France-KLM, IAG y Lufthansa), lo que significa que Iberia pagará tres veces más por Air Europa de lo que vale

A esta jugada 'maestra' se suma ahora la alianza con otro de sus adversarios en el negocio de las agencias de viajes y turoperadores, el grupo Barceló y su filial Ávoris, con el que quiere sumar fuerzas para hacer sombra al gigante en España: Viajes El Corte Inglés. De fusionarse, tomarían la delantera y ascenderían al primer puesto con 1.500 puntos de venta y una facturación superior a los 3.000 millones de euros. 

Pero todo está en el aire. Las negociaciones, según fuentes cercanas a la compañía llevadas a cabo de forma silenciosa y apresurada por el propio Javier Hidalgo, necesitan del visto bueno de Competencia, un proceso que previsiblemente se alargará en el tiempo durante meses y que quedará condicionado a las exigencias de las autoridades. En el caso de Air Europa, la compra debe ser estudiada y aprobada por la Comisión Europea, asegurándose de que no daña al consumidor ni vulnera la libre competencia.

Algunos expertos señalan que el hecho de que sea Bruselas quien investigue la operación y no la CNMC puede favorecerles, puesto que la mayor concentración de IAG se encuentra en España, donde acapara el 72% de los pasajeros, según las estadísticas de Aena de los primeros nueve meses del año. Este organismo podría ser el que decida, según fuentes del sector, sobre la fusión con Barceló, que tampoco está asegurada.

Operaciones frustradas de Globalia

No sería la primera vez que a la familia Hidalgo se le frustra una operación. Sin ir más lejos, el mismo caso de fusión con Barceló ya estuvo sobre la mesa el pasado año, cuando las conversaciones entre ambas partes también avanzaron, pero los accionistas de Avoris se echaron para atrás antes de llegar a mayores ante las expectativas de venta a un tercero. 

En 2015, el grupo chino HNA, quien fue principal accionista de la cadena hotelera NH, negoció la compra de cerca del 45% de Globalia por alrededor de 1.000 millones de euros, una oferta que agradaba al presidente Juan José Hidalgo, pero tras años de negociaciones el inversor asiático acabó echándose atrás. 

Los CEOs de Ryanair y Globalia.

La aerolínea Air Europa también ha tenido varios 'novios'. En 2017 selló un acuerdo comercial con la 'low cost' Ryanair para ampliar mercado y reforzarse en el largo alcance, pero sólo duró un año. Unos meses más tarde, la española se alió con Air France-KLM para operar rutas en Latinoamérica y competir con IAG. Los rumores de una posible compra por parte del grupo francés fueron muy sonados hasta que Iberia sorprendió con anuncio de compra.

La relación entre Air Europa e Iberia siempre ha sido complicada. Hubo un momento en el que fue Air Europa la que intentó comprar a Iberia, mucho antes de su fusión en 2011 con British Airways. Fue en 2001, con su salida a Bolsa, cuando Juan José Hidalgo preparó una opa de exclusión que finalmente quedó en papel mojado. Lo volvió a intentar unos años después, pero también se frustró. 

Desde que Iberia se hizo fuerte en el 'holding' IAG, ambas aerolíneas se convirtieron en fieles enemigas. Javier Hidalgo ha criticado en numerosas ocasiones las ayudas públicas que recibía o el futuro incierto de la ex aerolínea de bandera por el Brexit. Pero ambas han enterrado el 'hacha' de guerra para competir en un sector cada vez más concentrado. La duda está en si esta maniobra 'maestra' será la definitiva.

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