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Economía

Gestha teme que la retirada de los billetes de 500 suponga una amnistía para 32.400 millones

Imagen de unos billetes de 500.

La recién anunciada decisión del Banco Central Europeo (BCE) de retirar los billetes de 500 euros ha levantado toda una polvareda. Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) la califican como importante en la lucha contra el fraude y la evasión fiscal en la Eurozona, pero advierten de que "al no fijarse ningún límite a esta retirada, se facilitará a quienes los detentan que eviten las responsabilidades penales y tributarias".

El colectivo de funcionarios de Hacienda destaca que "la opacidad concedida permitirá que en junio de este año prescriban los delitos fiscales no agravados correspondientes al IRPF e Impuesto sobre Sociedades de 2010, los delitos de blanqueo de capitales y de cohecho cometidos en 2011, y los delitos de narcotráfico no agravados de 2006".

De acuerdo con los datos disponibles, en España se acumulan 32.398,6 millones de euros en billetes de 500, lo que representa el 77,4% del dinero en circulación -41.864 millones de euros-. Este porcentaje se ha triplicado desde diciembre de 2002, cuando apenas representaban el 25,1% del total. Desde Gestha indican que "es ilógico que un billete que no se utiliza en las transacciones comerciales habituales de los ciudadanos tenga una tasa de penetración tan elevada, lo que denota que su utilización ha estado ligada a actividades opacas que escapan del control de la Justicia y de Hacienda".

Por el lado de los delitos comunes y de la corrupción, se cuentan los 25 millones en billetes de 500 incautados al clan de los Miami, los 10 millones escondidos en el falso tabique de la vivienda del proveedor de los sellos de Forum y Afinsa o las cantidades movilizadas en los casos más mediáticos de corrupción política. Mientras que por el lado de la evasión fiscal, los billetes de 500 euros eran utilizados para pagar al vendedor el dinero en B que no se escrituraba al comprar un inmueble.

Los billetes de 500 vivieron su momento álgido en España entre 2005 y 2007, coincidiendo con el cénit de la burbuja inmobiliaria

De hecho, los billetes de 500 vivieron su momento álgido en España entre 2005 y 2007, coincidiendo con el cénit de la burbuja inmobiliaria, cuando llegaron a suponer la cuarta parte del total de los que se movían por toda la Eurozona. Eso explica que al iniciarse la crisis inmobiliaria disminuyera su uso hasta suponer actualmente el 10,9% de los billetes grandes de toda la Zona Euro. No obstante, su peso en el total del dinero en circulación en nuestro país no ha parado de crecer en los años de recesión, un crecimiento que ha ido en paralelo al incremento de la economía sumergida que ha escalado al 24,6% del PIB de España.

Gestha ya advirtió en 2004 que en nuestro país se estaba acumulando una gran cantidad de billetes de 500 y pidió sin éxito a la AEAT que iniciara una investigación. Con la tramitación de la ley antifraude de 2006, los Técnicos solicitaron nuevamente un censo de personas con billetes de 500 que el Gobierno no aceptó, aunque concedió iniciar una investigación que recopiló 2.000 operaciones, cada una de las cuales había sido pagada con más de 500.000 euros en efectivo. Las investigaciones realizadas entre 2007 y 2010 sobre los billetes de 500 generaron unos ingresos de 1.114 millones, de los que 425,56 millones fueron por declaraciones extemporáneas “voluntarias”, 541,03 millones por actas de inspección y 147,9 millones por delitos fiscales. Esta fue la mayor regularización de la historia hasta la amnistía fiscal de 2012.

Medidas adicionales de refuerzo

Teniendo en cuenta esta experiencia, el colectivo propone que la retirada de billetes de 500 se acompañe de una serie de medidas de refuerzo de control tributario que evite la impunidad de los evasores fiscales. En primer lugar, sería necesario retomar e intensificar las investigaciones sobre las grandes cantidades de dinero retiradas a partir de 2010 de las oficinas bancarias, para evitar que prescriban los delitos fiscales en junio de este año, así como centrar la investigación en las mayores empresas y en las personas que poseen grandes fortunas.

Por otro lado, sin tener que desembocar en la desaparición del dinero en efectivo, proponen la bajada del límite para los pagos en efectivo de los 2.500 euros actuales hasta 1.000 euros, que además ha sido una de las reivindicaciones principales de los Técnicos en los últimos años. 

Asimismo, tanto Gestha como el resto de Sindicatos de Administraciones Tributarias y Financieras de la Unión Europea (UFE) consideran necesario ampliar la definición de “dinero en efectivo” que recoge el actual Reglamento relativo a los controles de entrada y salida de dinero en efectivo dentro de la Comunidad Europea y que data del año 2005. Para ello, sugieren que conceptos como el oro, las opciones sobre acciones, los contratos de vida y pensiones de jubilación, las fichas de casino y ganancias de la lotería, las tarjetas de prepago (incluyendo las de regalo) y los tickets-restaurante sean incluidos en una nueva definición de “dinero en efectivo”.

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