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Economía

Funcas lo tiene claro: hay que subir impuestos sin tocar el gasto público

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro

Las cuentas siguen desbocadas. En agosto, el déficit del Estado superó ya el nivel registrado en todo el 2015. Es cierto que las últimas medidas aprobadas por el Gobierno en funciones van a permitir cuadrar el año y cumplir con el nuevo margen de Bruselas (4,6%), pero los problemas llegarán tarde o temprano. Habrá que hacer ajustes y no será fácil. La Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) lo tiene claro: hay que subir la recaudación sin volver a tocar el gasto público. Es lo único que se puede hacer para cumplir con el ajuste de 10.000 millones que reclama la Comisión.

Son muchos los expertos que ya descuentan esa subida de impuestos. Y lo cierto es que España tiene margen para subirlos: la presión fiscal, que mide el nivel de impuestos y cotizaciones de un país, es muy inferior a la de algunas de las grandes economías de la UE y está por debajo de la media Europea.

En concreto y según los últimos datos oficiales de Eurostat, la oficina estadística europea, la presión fiscal española se situó en el 34,4% en el año 2014, por debajo de la media de la UE (40%), de la zona euro (41,5%) y de grandes economías vecinas como Alemania (39,5%) y Francia (47,9%). Los países nórdicos que tantas veces se ponen de ejemplo como economías a las que parecerse, también tienen niveles más altos de presión fiscal: Dinamarca (50%), Finlandia (44%) y Suecia (43,7%).

Al analizar la estructura fiscal, las cifras revelan que España está por debajo de las medias en todas las figuras. El mayor peso fiscal en 2014 correspondió a las contribuciones sociales, con un 12,5% del PIB, frente al 15,5% de la zona euro y el 13,4% de la UE. Los impuestos a la producción y las importaciones representaron el 11,6% del PIB, también por debajo de la media de la eurozona del 13,3% y del 13,6% de la UE. Y dentro de este apartado, los ingresos por IVA ascendieron al 6,2%, frente al 6,8% de la eurozona y el 7% de los Veintiocho. Por su parte, los ingresos por impuestos sobre la renta y el patrimonio alcanzaron el 10,1% del PIB en 2014, frente al 12,5% de la zona euro y el 12,8% de la UE.

En este contexto, la subida fiscal se da casi por hecha. Para Funcas, la única manera de reducir el déficit es consiguiendo un mayor esfuerzo recaudatorio. ¿Cómo? No habla explícitamente de subir impuestos, pero sí dice que hay que reconsiderar algunas desgravaciones y cotizaciones sociales, lo que, en la práctica, significan subidas tributarias. También apuesta por reforzar la lucha contra el fraude fiscal y plantear un endurecimiento de la imposición sobre los hidrocarburos, una medida que, además, sería coherente con los compromisos adquiridos en materia de lucha contra el cambio climático.

Funcas cree que no se puede reducir más el gasto porque ya es está por debajo de la media europea

En cambio, la fundación rechaza cualquier opción que pase por comprimir aún más el gasto público, que ya se sitúa por debajo de la media europea. De hecho, considera bastante preocupante el nivel del gasto en educación al compararlo con otros países del entorno. Además, recuerda que España se encuentra ahora ante la encrucijada de preparar al país para la revolución digital, un reto que no puede dejar pasar en estos momentos y que requerirá más inversión. No todos los economistas comparten la visión de Funcas. Muchos son partidarios de seguir metiendo la tijera en el gasto para no hacer todo el ajuste vía impuestos.

Sí hay cierto consenso, en cambio, en la necesidad de aumentar los ingresos. El problema viene al decidir qué impuestos se tocan. El Gobierno ya subió el IRPF cuando llegó al poder, aunque lo bajó al final de la legislatura. También tocó el IVA, un impuesto al que han recurrido los dos últimos Ejecutivos para elevar rápidamente los ingresos para afrontar los golpes de la crisis. Y acaba de subir el Impuesto de Sociedades al fijar un pago mínimo obligatorio del 23% en los pagos fraccionados que hacen las empresas. En teoría, esta medida estará vigente sólo mientras que el déficit siga por encima del 3%, pero muchos vaticinan que ha venido para quedarse.

Tocar el IVA

Vamos, que el panorama no es fácil. Y los organismos internacionales cada día aumentan la presión sobre España. En la documentación técnica que acompañaba a la cancelación de la multa por el desvío de déficit en 2015, la Comisión ya sugería un retoque del IVA. No pedía un nuevo aumento de los tipos del tributo, pero sí que algunos productos que actualmente se benefician del tipo reducido (10%) y el superreducido (4%) pasen a tributar al tipo general (21%).

Bruselas no solo pidió cambios en el IVA. En las recomendaciones que emitió antes de cancelar la multa, también pidió más reformas en la Administración y en el sistema de pensiones. Además, subrayó la necesidad de mejorar el control de la contratación pública y la coordinación de políticas de compra entre los niveles de gobierno y avanzar en la integración en el mercado laboral con medidas centradas en el apoyo individualizado y el fortalecimiento de la eficacia de la formación.

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